Con las ondas en la masa
Capítulo 12. Menina Arroutada & GLITCHGIRL
— Cuando estaba en 6.º de primaria en el colegio, vino un niño gordo con el que siempre jugaba a la Game Boy Advance a invitarme a patatas fritas y, después de eso, me dio un casete de happy hardcore de la discoteca de sus padres. A partir de ahí empecé a escuchar todo música loquísima. Y, a la vez, screamo de los 90 y movidas rarísimas, ambient y así. Luego llegué a los 15 años en los que dije: “Bueno, pues ahora tengo un teclado MIDI que me he comprado del “Chino” y ahora voy a usarlo para todo”. Entonces, me instalé MAGIX Music Maker y empecé a hacer música de mierda techno, asquerosa, hasta que diez años después decidí entrar en una especie de concurso para tocar en el Ladyfest del Liceo Mutante en Pontevedra. A partir de ahí toqué unos temas que ensayé unos días antes en un local que se estaba inundando mientras yo ensayaba. Y funcionó. A la gente le encantó. Hice “locura” y luego empecé a hacer “locura” en otros lados. Me llamaban de todos sitios; en cada concierto, me pedían otro concierto. No tuve que hacer nada, en plan publicidad ni nada, porque la peña ya me quería en sus conciertos. Toqué por todo el mundo. Fui a Rumanía y me hice famosa en Rumanía, y gané muchísimo dinero — bueno, mucho dinero allí, o sea, 200 euros al mes —. Y luego vino la “corona". Se me jodió la vida… Ese es GlitchGirl. La música es como happy hardcore raro, como con gabber, como con drum and bass, rap, trap, “trap de broma”… Yo qué sé, de todo. Ya está.
— Cualquiera edita esa historia, ¿eh?
— Ha sido largo, ¿eh?
— Ha sido perfecto.
— Menina Arroutada es el producto de un proceso personal de mujer. Yo, artísticamente, comencé en el cine y mi camino era cinematográfico. Pero, después de una crisis personal —estuve mucho tiempo sin hacer nada de arte —, fui a uno de los grupos feministas y ahí conecté con mi pasado musical, porque ya lo tenía, venía de la tradición del “salvaje galego”, del folclore gallego, venía del “salvaje”, totalmente intuitivo, sin estudiar. Empecé a recuperar esas cosas, intuitivamente también, con ese enfado que tenía de un proceso… Yo a nivel interno en la casa ya cantaba, ya escribía letras… Y nada, ya empecé así en los centros sociales a cantar e improvisar rap. Ahí nos conocimos, Alicia y yo, en un centro social, por las presas, en actuaciones y así, y empezamos a hacer eso. Cuando conocí a Alicia ya todo mejoró. Aparte, ella me empezó a poner los temas bien, porque yo grababa con un micro de ColaCao y ella después arreglaba todo ese desastre.
— ¿Qué tengo que decir?
— Tu viaje musical…
— Ah, sí, mi viaje musical. Pues eso… Empezó con el happy hardcore. Entonces, claro, yo escuchaba eso y a la vez me encontré a los 13 o 14 años una radio underground francesa de screamo y dije: “¡hostia, esto es la hostia!”. Y estuve ahí, “dentrísimo”, y entré dentro del hardcore, del screamo y del straight edge. Fui straight edge hasta los 19 años, y bueno, luego sí, luego empecé a escuchar como ambient y movidas así, y jungle y así. Luego entré directamente en el breakcore sin pasar por el resto de cosas, como el drum and bass y todo eso, y pasé del dubstep. Sí, sí. Llegué directa al breakcore. Después de eso, empecé a hacer como noise, breakcore, álbumes raros, secretos de noise, como uno que se llama Manfred, que está en Bandcamp y es secreto.
Sí, luego hice black metal con flautas de las de clase, con recorder… No sé cómo coño se llaman.
Después de eso, ya empecé a tocar en todos sitios y toqué con todos los grupos que escuchaba: toqué con The Body, toqué con Graf Orlock, toqué con… yo qué sé, con…, todo movidas guapísimas, con Cuello — que llevo una camiseta ahora de Cuello —, no sé…, o les monté un concierto…, es que ya no me acuerdo de con quién toqué y con quién no toqué; toqué con Please Wait, que son estos de Barcelona que son de puta madre, que ahora tiene este otro grupo que se llama… no sé, Dios, no sé. Aprendí de todo. No lo metí en mi música mucho, porque mi música es muy…, así como tiene que ser, y no la quiero cambiar en general, pero yo qué sé, yo, por ejemplo… Esto que estoy diciendo, ¡bórralo todo!
— Pu(e)tas es un homenaje a las putas y las poetas, porque para mí son dos personajes que me interesan muchísimo del mundo. Como yo también fui puta, y a veces sigo siéndolo, la defensa de las putas es central. Y, después, es un homenaje a todas esas poetas que a mí me influenciaron y me influencian. Aparte, me centro bastante en las actuales. Me gusta hacer homenajes a personas muertas, pero me gusta más enfatizar personas que están comenzando o que ya llevan una trayectoria, están vivas y son jóvenes, pero son muy buenas y no se habla de ellas. Es un disco de amigas. Las letras… En realidad es un disco que surgió por Alicia, porque yo hacía temas, que un día me dijo: “Tía, qué haces; tema que haces, tienes que subirlo a YouTube y ya está”, dijimos, así como irónicamente en retranca gallega. Y yo: “Pues, tienes razón”. Alicia me dijo un día: “Tía, ¿por qué no coges esos temas que tienes y haces un disco?”
A ver, a mí me encantaría que a la gente le gustaran mis temas. Pero bueno, lo que me suelen mandar por mensaje casi siempre es: “Alex, puse este tema en un bar y salieron todos corriendo”, o “Alex, hay cuatro personas apuntadas en el concierto, suspendemos”, y cosas de estas. Después hay peña muy cultureta o muy rara, muy friki, que sí que empatiza y que me dice cosas bonitas y tal, pero bueno, creo que nunca voy a ser para un gran público, porque tampoco soy capaz de cortarme a la hora de hablar, y hay temas tabús que tocas y que la gente no quiere escuchar, no quieren escuchar, no quieren que se hable de las presas políticas, no quieren que se hable de las personas prostituidas o las personas que se prostituyen porque quieren. ¿Sabes? No se quiere hablar de las violaciones, o de que nosotras queremos ser asesinas también o de que nos dejen ser asesinas... Esas cosas pues no son agradables de escuchar para mucha gente, entonces no va a funcionar. O sea, no, no voy a salir en la televisión de Galicia.
— Hombre, yo ya me he vendido, digamos, yo ya he hecho una gira con Luna Ki, o sea, yo ya voy a subir muchísimo en cuanto vuelva a todos los festivales, a todos los circuitos de festival grande español. O sea, yo he estado tocando underground todo el rato, en casas okupas, quitándoles el dinero a ellos y así normalmente, y nada, no sé, he tocado en todos sitios y ahora creo que después de cinco años de haber tocado en todo el mundo, pues me merezco así un poco de tal y cual, y esto si lo dice un tío: “¡Buah, qué puto amo!” y si lo dice una tía: “¡Buah, qué puta loca!”. Pues no, pues lo digo…
— Tienes toda la razón. También molaba decir del proceso, del proceso este, con tu invitación a este programa pues…
— ¡Ah, joder, claro! Lo que quería decir, eso, hemos hecho como tres temas en cuatro días solo para esto, y las bases también. Y una de ellas la ha hecho Charlie, que es uno de Liverpool que está en la misma productora que yo, que se llama You Know That, y él ha hecho la base, una de las bases de ella, aprovechando que está aquí de refugiado de coronavirus.
Salí en First Dates, me dice viral y luego, ¿para qué? Me hicieron una entrevista en PlayGround, ¿para qué toda esta puta mierda, eh? Ahora devolverme esto, que quiero comer. Yo os de dado todo, os quiero a todos, darme de comer, comprar mi disco en Bandcamp. Un saludo.