
Plano de los alrededores de la ciudad de Barcelona. Proyecto de su mejora y ampliación
- Técnica
- Litografía sobre papel
- Dimensiones
- Con marco: 95,3 x 132,2 cm
- Año de ingreso
- 2022
- Número de registro
- AD10806
- Fecha
1861
Un ejemplo de las nuevas ideas de desarrollo urbanístico del siglo XIX es la figura de Ildefonso Cerdá, quien, abandonando su trabajo como ingeniero y gracias a la fortuna familiar, centró sus esfuerzos en el impulso de estos nuevos planteamientos, recogidos inicialmente en su Monografía estadística de la clase obrera de Barcelona, de 1856.
Las antiguas ciudades europeas se estaban viendo desbordadas por la llegada de la inmigración rural y necesitaban adaptarse al desarrollo de la industrialización y de las nuevas formas de locomoción; se revisaron así las tipologías edilicias y se garantizaron además las condiciones de salubridad y de habitabilidad de los nuevos ciudadanos obreros.
Cerdá, tratando de responder a estas necesidades, propuso para el caso de Barcelona el derribo de las murallas históricas de la ciudad y la creación de una extensa cuadrícula de diseño ortogonal que se extendería en paralelo al mar, compuesta por manzanas iguales, con grandes bloques abiertos, achaflanados y con espacios ajardinados. Esta nueva concepción de ciudad se vería reflejada en el desarrollo progresivo del ensanche barcelonés y quedaría definida en su Teoría General de la Urbanización de 1867, que elevó el urbanismo al nivel de una disciplina científica.
Juan Carlos Rodríguez Pérez