Programa
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16:30 h / Parque del Retiro, Palacio de Cristal y Edificio Sabatini, Jardín
Entrar por la ventana. Nueva deriva para atravesar un museo
Taller guiado por el colectivo Torta
En el Museo existen algunos espacios y puertas abiertas a insectos, aves, hongos, levaduras y algas y, sin embargo, todos pasan por él con cautela y miedo. Aunque estén todos invitados, apenas los vemos. En este taller, y de la mano del Colectivo Torta, se propone un paseo en el que poder construir dispositivos de bienvenida para esos “seres que protegen a otros seres”, que han salido bruscamente de los museos y que ahora no se atreven a entrar. A entrar por la ventana.
Partiendo del Palacio de Cristal, que ha abierto sus ventanas para permitir la entrada de aves e insectos como parte de la propuesta expositiva de Petrit Halilaj, A un cuervo y los huracanes que, desde lugares desconocidos, traen de vuelta olores de humanos enamorados, la expedición incluye la fabricación de una casa de insectos en el Parque del Retiro y la exploración del llamado “jardín de las mixturas” en el Edificio Sabatini para, finalmente, abandonar el Museo por su puerta trasera en la calle Hospital. Se trata, por tanto, de una incursión con la que generar una experiencia y, como insectos poco visibles, dejar un rastro casi imperceptible.
*Se recomienda acudir al taller con un termo o pequeña cantimplora.
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18:00 / Edificio Nouvel, Auditorio 400
Hacer con los lugares. Transformaciones (de sí) posibles
Presentación a cargo de Alejandra Riera
En palabras de la propia Riera: “La propuesta consiste en abordar conjuntamente una reflexión sobre el hacer, la invención del lugar, el hacer lugar, hacer sitio, reconsiderando con mayor atención las relaciones entre los seres humanos-no-humanos, como conjuntos enlazados, compuestos, en tensión, en diálogo, fruto de la mezcla; abordando la cuestión de los ‘aquí donde’ estamos, como portadora de relatos y de las diversas formas de estar. Teniendo en cuenta la vida y los usos de los lugares, sus formas y sus transformaciones potenciales, y recordando que el punto de vista está en el cuerpo, trataremos de reflexionar sobre lo que producimos, y esbozaremos diferencias y algunos puntos de encuentro entre paisaje, lugar y entorno. De este modo, tal vez podamos imaginar cómo hacer lugarcolectivamente a los lugares-pasarelas del con.
Puesto que allí donde estamos, allá donde vamos, siempre hacemos lugar, la idea es que el ‘encuentro tenga lugar’, y que ese lugar necesario para el encuentro sea lo más abierto posible. Cabe que no seamos tan pocas las personas que nos interesamos y estamos preparadas para re-vivificar los lugares en los que nuestras vidas no hacen, a la postre, más que pasar, pero que en el presente también habitamos. Singular y colectivamente, a través de gestos aún por encontrar, ¿conseguiremos transformar las cuestiones de la llamada ‘transición ecológica’ en una cuestión que ha concernido siempre a la relación, a las formas de relación o de separación con el mundo todavía sensible a nuestro alrededor?
Mundo de lo sensible, de aquello que nos toca y de lo que, como de las plantas —esos seres de un mutismo y una diversidad tan elocuentes—, aprendemos que, en ocasiones, ‘no hay mayor cercanía que asumir la lejanía del otro’, como decía a menudo el psiquiatra anti-concentracionario Jean Oury al describir su modo de relacionarse con las personas cuya forma de actuar y cuya lengua no son fáciles de comprender, los locos-locas, pero con quienes, de manera muy cercana, había elegido hacer su camino.
Emanuele Coccia reconoce que las plantas son las únicas que, gracias a la fotosíntesis, no necesitan alimentarse de otros seres vivos para sobrevivir, mientras que todos los demás organismos viven exclusivamente gracias a la incorporación de la vida de otros. Coccia no nos dice lo que debemos hacer o dejar de hacer, lo que debemos pensar por y sobre los seres. Su ética parece ser precisamente la de no encerrar, no clausurar ni establecer categorías cerradas, no privilegiar ni ejercer la condescendencia, tan extendida, sino incitarnos a dudar de cualquier relato (tanto del origen como de la evolución) que no reconozca la 'mezcla' existente en nosotros. Una mezcla sin fusión. No una suma o una yuxtaposición, ni una integración-fusión total, sino una mezcla que tiene lugar ya en nosotras mismas. Comprender la existencia de este lugar, este vaivén de intercambios entre cosas-seres-mundos, parece poéticamente urgente. ‘Mixtura’, por cierto, según nos recuerda Coccia, es ‘el nombre común de aquello que denominamos, con un nombre propio, Mundo’.”
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19:00 / Edificio Nouvel, Auditorio 400
La vida de las plantas. Una metafísica de la mixtura
Conferencia a cargo de Emanuele Coccia
“Apenas hablamos de ellas y sus nombres se nos escapan. La filosofía ha tenido por costumbre relegarlas; incluso la biología las considera como una simple decoración del árbol de la vida. Y, sin embargo, las plantas otorgan vida a la Tierra: fabrican la atmósfera que nos envuelve, están en el origen del soplo que nos anima. Los vegetales encarnan el lazo más estrecho y elemental que la vida puede establecer con el mundo. Bajo el cielo y las nubes, mezclándose con el agua y el viento, su existencia es una interminable contemplación cósmica. La vida de las plantas se sitúa desde su punto de vista —el de las hojas, las raíces y las flores— para comprender el mundo ya no como un espacio universal que contiene todas las cosas, sino más bien como la atmósfera general, el clima, un lugar de verdadera mixtura metafísica”, escribe Emanuele Coccia.
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19:45 / Edificio Nouvel, Auditorio 400
Debate público
Moderado por María González Reyes
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20:15 / Edificio Nouvel, Auditorio 400
Respiración oceánica
Performance de Itziar Okariz con la colaboración de Izar Ocariz, presentada por Isabel de Naverán
Obra que se construye a partir de un coro de respiraciones. Ujjayi es un tipo de respiración que se utiliza en la práctica del yoga, de la cual la artista es instructora. El sentido de la palabra ujjayi es “yo victorioso”; normalmente se traduce como “respiración oceánica” porque esa es la imagen que evoca. La pieza tiene un carácter figurativo, entre el espacio abstracto del sonido de la respiración y la imagen que genera, como si el signo y el sentido estuvieran separados, fracturados.