Espantando el mal

Grupo de estudio en torno a la farmacologización y los malestares contemporáneos

De febrero a marzo, 2020
Entrada gratuita mediante inscripción previa hasta completar aforo
Modo de inscripción: inscripción cerrada
Lugar
Edificio Nouvel, Talleres Nouvel -1          
Aforo
25 plazas

Sesiones: 14, 15, 28 y 29 de febrero; 13,14, 27 y 28 de marzo de 2020
Horario: viernes de 18:00 a 20:00 h y sábados de 10:00 a 13:00 h

Organiza:

Museo Reina Sofía

Coordina:

Equipo re - Anarchivo sida (Nancy Garín y Linda Valdés)

En el marco de:

Revuelta feminista en el museo

Línea-fuerza:

Malestares contemporáneos



Programa educativo desarrollado con el patrocinio de Fundación Banco Santander

Miguel Benlloch. DERERUMNATURA. Quien canta su mal espanta, 2016. Acción realizada en el marco del programa “Hedonismo Crítico”, organizado por El Palomar. Barcelona, marzo de 2016. Cortesía Archivo Miguel Benlloch
Miguel Benlloch. DERERUMNATURA. Quien canta su mal espanta, 2016. Acción realizada en el marco del programa “Hedonismo Crítico”, organizado por El Palomar. Barcelona, marzo de 2016. Cortesía Archivo Miguel Benlloch

El grupo de estudio Espantando el mal busca abordar la farmacologización de la vida y los malestares contemporáneos que produce la realidad neoliberal, así como poner en común formas de resistencias colectivas y cotidianas.

La farmacologización de los cuerpos se produce al pasar de un criterio médico-científico a una cada vez más sólida alianza entre la industria farmacéutica, el poder económico y la lógica de mercado. Este desplazamiento es parte de un cambio de paradigma a partir del cual cuestiones fundamentales de la vida dejan de ser derechos para transformarse en objetos de consumo como, en este caso, la salud. Las nuevas afecciones se diagnostican sin considerar aquellos aspectos que pueden tanto provocar su existencia como intervenir en su mejoría, dejando de lado las razones políticas, sociales y ambientales, y ofreciendo solo soluciones desde el mercado farmacéutico. Con la salud privatizada e individualizada –donde cada persona es responsable de su malestar y su mejora–, ¿es posible pensar formas alternativas y/u opuestas a la gestión neoliberal del cuerpo? ¿Hay posibilidad de hacernos cargo de la salud más allá del ámbito médico-científico-farmacéutico? ¿Dónde queda el papel de los cuidados y del entorno? ¿Existen otros marcos de producción de conocimiento y de formas de concebir la salud como un bien común?

Este grupo propone una aproximación a ciertos saberes alternativos a los de la salud hegemónica y a maneras de vivir que reivindican la agencia política en el contexto actual, generando opciones viables para un buen vivir. Las propuestas del buen vivir venidas del Sur global plantean una ética de la vida digna, concebida en plenitud, equilibrio y armonía más allá de lo humano, en una correlación recíproca con lo que nos rodea. Esta noción puede rastrearse en la mayoría de los pueblos de territorios americanos —tsotsil-tseltal / ekil kuxlejal en maya, sumak kawsay en quechua, suma qamaña en aymara, teko porã en guaraní y küme mogen en mapudungun— y, pese a haber sido sometida por la colonialidad durante más de 500 años, en las últimas décadas se han levantado movimientos en defensa de una vida digna como, por ejemplo, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN, México), Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, Feminismo Comunitario Antipatriarcal de Bolivia, Organizaciones de lucha Mapuche, Mujeres Kurdas del Rojava del norte de Siria, entre otros. Estas prácticas contrarrestan el discurso del llamado “realismo capitalista” (Mark Fisher, 2009), que ha servido como base subjetiva e inmovilizadora del actual modelo económico, social, cultural y político, haciéndonos pensar que no hay una alternativa al capitalismo.

Partiendo de estas cuestiones, el grupo se organiza en torno a tres movimientos: uno dirigido “hacia dentro”, que identifica, diagnostica y pone en común el malestar de cada un+; otro orientado “hacia fuera”, que busca y recopila otras experiencias de vida y lucha con el objetivo de favorecer conocimientos sobre el buen vivir; y el último que imagina, propone y ensaya maneras de hacer frente al sistema neoliberal que privilegia la mirada individual a la hora de pensar la vida.

Espantando el mal es una propuesta de la plataforma de investigación Equipo re, que se sitúa en el cruce entre las políticas del cuerpo y las del archivo, y que, en los últimos años, ha desarrollado el proyecto Anarchivo sida. Este grupo de estudio da continuidad a ejercicios anteriores de reflexión y debate sobre la gestión de la vida, en los cuales se han explorado modos de hacer, compartir, producir e intercambiar saberes a través de prácticas no hegemónicas, transversales y afectivas.


Programa educativo desarrollado con el patrocinio de Santander Fundación