Programa
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Sesión I
El cuerpo como zona estratégica de develamiento anti-represivo
Los operativos de la violencia desplegados por la dictadura cívico-militar en Chile encontraron en la tortura y la desaparición dos de sus métodos más crueles. Las agrupaciones de Derechos Humanos se dedicaron sin cesar a la tarea de rastrear las huellas del pasado para encontrar los cuerpos faltantes de los desaparecidos y generar las pruebas materiales de la criminalidad del poder militar. Las prácticas artísticas de oposición a la dictadura hicieron de la aparición del cuerpo en la performance y las intervenciones urbanas zonas estratégicas de transfiguración imaginaria y simbólica que denunciaban las heridas nacionales. El cuerpo, remodelado críticamente por el arte, reveló los múltiples condicionamientos y disciplinamientos de identidad impuestos por el formato autoritario y totalitario de una sociedad represiva.
Esta sesión analiza distintas maniobras artísticas y puestas en escena del cuerpo, tanto en la performance como en las intervenciones urbanas, que lo convirtieron en un territorio emancipado de reconfiguración de las marcas de identidad, sexualidad y género.
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Sesión 2
Las estrategias críticas del arte en la reconfiguración simbólica de la memoria
La transición chilena se ordenó en torno al consenso sociopolítico y al mercado, instancias que tecnificaron lo social mediante lenguajes expertos provenientes de los ámbitos de la economía, la política institucional y las ciencias de la comunicación. En este universo administrado por una lengua insensible a los trastornos de la memoria, ¿qué puede el arte? Primero, debe competir con la planicie mediática de las imágenes del consumo y de la publicidad, cuya lisa superficie no es compatible con las hendiduras de lo simbólico donde se alojan las sombras y opacidades de la memoria traumada. Además, el arte debe comprometer la percepción y la conciencia del espectador en ejercicios de recreación del pasado que sorteen aquellas iconografías del recuerdo ya gastadas por la repetición.
Esta segunda sesión, además de interrogar la potencialidad simbólico-expresiva del arte en la reconfiguración de la memoria política y social, revisa obras recientes en las que los usos de la imagen y los medios sacuden el recuerdo activando un diálogo crítico entre pasado y presente.