Juan de la Encina y el arte de su tiempo. 1883 - 1963

22 julio - 7 septiembre, 1998 /
Edificio Sabatini, Planta 3, Biblioteca
José Gutierrez Solana. Las vitrinas, 1910. Pintura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
José Gutierrez Solana. Las vitrinas, 1910. Pintura. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Esta exposición recupera el ingente trabajo realizado por Ricardo Gutiérrez Abascal (Bilbao, 1883 - México, 1963) -más conocido por el pseudónimo de Juan de la Encina- en su doble faceta, como crítico de arte e impulsor del Arte Nuevo en España y como director del Museo de Arte Moderno durante la II República, entre 1931 y 1936.

Al mismo tiempo, la muestra constituye una importante contextualización del arte español de las primeras décadas del siglo XX. Juan de la Encina es integrante de la generación de pensadores e intelectuales que conviven con la herencia de La Crisis del 98 y trabajan por la modernización cultural y política del país. Entre ellos, puede mencionarse a José Ortega y Gasset, Eugenio d´Ors, José Moreno Villa, Miguel de Unamuno, Ramón Gómez de la Serna o Ramón María del Valle-Inclán.

Juan de la Encina convierte su actividad periodística -primero en Bilbao, desde las páginas de El Liberal, Nervión y Hermes y luego en Madrid, desde los periódicos España, La Voz y El Sol- en el medio para participar activamente en la vida intelectual de la nación, con ataques hacia la crítica ya consagrada.

Miriam Alzuri -comisaria de la exposición junto con María Dolores Jiménez-Blanco- señala que Juan de la Encina, desde su posición de crítico, “por su gusto artístico moderno moderado, comprometido con la modernidad pero no con el radicalismo estético vanguardista, es invitado a sancionar y dar carta de validez a empresas de todo tipo”. De este modo, contribuye a la difusión del arte vasco especialmente, además de apoyar otras tantas iniciativas, como la Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos (1925) en Madrid. En paralelo, desde las páginas de El Sol realiza el seguimiento de la política artística de los distintos gabinetes republicanos y, como señala Alzuri, una vez nombrado director del Museo de Arte Moderno, convierte el periódico en plataforma de promoción del museo y de las reformas que lleva a cabo con su equipo.

Esta exposición ilustra con un gran corpus documental (revistas, periódicos, correspondencia, fotografías, etc.) el papel jugado en la vida intelectual española como crítico. Por otra parte, la casi veintena de pinturas y las cuatro esculturas de artistas como: Benjamín Palencia, José Gutiérrez Solana, Hermenegildo Anglada Camarasa, José Clará, Francisco Iturrino, Pablo Gargallo, Darío de Regoyos, Ángel Ferrant, Alberto Sánchez e Ignacio Zuloaga; remiten a las adquisiciones que realiza el Museo de Arte Moderno bajo su dirección.

Como resultado, a partir de la biografía y la obra escrita de Juan de la Encina también puede realizarse la reconstrucción de los momentos fundacionales del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, dos instituciones que acogen la itinerancia de esta exposición y en cuyo germen participa activamente Gutiérrez Abascal.