Israel Galván. Una tirada de dados..., Museo Reina Sofía, 2019

Una tirada de dados

Una conversación a tres bandas con Israel Galván, Pedro G. Romero y Filiep Tacq

martes 02 julio 2019
12:04
Acción
Cuerpo
Espacio
Experimentación
Lenguaje
Museo
Performance
Poesía

Esta es una cápsula en la que el bailaor Israel Galván, el diseñador gráfico Filiep Tacq y el artista Pedro G. Romero conversan a tres bandas, como también ocurre en Una tirada de dados... pieza en la que Tacq y Romero comentan las relaciones entre Marcel Broodthaers (1924-1976) y Stéphane Mallarmé (1842-1898) en torno al poema del segundo, Un coup de dés jamais n'abolira le hasard [Una tirada de dados jamás abolirá el azar], y que Galván traduce, vía Broodthaers, al lenguaje de la danza.

Escrito en 1897, aunque publicado póstumamente como libro en 1914, el texto de Mallarmé, en palabras de Pedro G. Romero, convierte a su autor en "el poeta que inventa el espacio del arte moderno, al liberar por primera vez al poema –la escritura– de la rigidez de los márgenes de la página, dejando planear las palabras sobre la página con una pauta abierta, si acaso una pauta musical, contemporánea al nacimiento de la cinematografía." Pero sería Broodthaers, poeta belga convertido en artista visual, quien en una singular relectura publicada en 1969 transformará en "imagen" el texto de Mallarmé, alterando las convenciones tipográficas fijadas por los márgenes de la página para desbordarlos imaginando nuevas disposiciones gráficas y rítmicas, en un intento de convocar la poesía más allá del espacio textual.  

Una tirada de dados… fue gestada en 2017 en el marco del proyecto El libro por venir, iniciado por la oficina de arte y conocimiento Bulegoa z/b (Bilbao) en 2015, como una invitación al tándem  Galván-Romero por parte de Tacq, a fin de reflexionar sobre la performatividad del libro de artista, tomando como punto de partida cinco libros de Broodthaers.  

Hasta el momento, Una tirada de dados…  se ha mostrado en el Festival Playground en Lovaina (Bélgica) y en el Festival Escenas do Cambio en Cidade da Cultura (Santiago de Compostela), y en su paso por el Museo Reina Sofía convierte en escena la sala de lectura de su Biblioteca y Centro de Documentación.

Realización

Rubén Coll

Agradecimientos

Pilar López

Licencia
Creative Commons by-nc-sa 4.0
Citas de audio
  • Fragmentos del documental Israel Galván (2010) de Maria Regianni

Una tirada de dados

Una conversación a tres bandas con Israel Galván, Pedro G. Romero y Filiep Tacq

Una tirada de dados

Una conversación a tres bandas con Israel Galván, Pedro G. Romero y Filiep Tacq

Israel Galván: bailaor.
Filiep Tacq: diseñador de libros de arte y libros de artista.
Pedro G. Romero: artista.

Filiep Tacq: Es una conversación a tres bandas entre Pedro G. Romero, Israel Galván y Filiep Tacq. Cada uno hablando su idioma, partiendo de un libro de [Marcel] Broodthaers, que ya era una copia de un libro de [Stephane] Mallarmé.

La génesis del proyecto es que yo me preocupaba mucho por los libros de artistas de Broodthaers, que nadie conoció. Son libros que están expuestos encerrados en una vitrina y no se pueden ver. La idea empezó ahí, hablando con gente de la organización Bulegoa en Bilbao. "¿Cómo podemos hacer un proyecto alrededor de esto para dar performatividad a los libros?"

Seleccionamos cinco libros de Broodthaers y luego invitamos a gente para reflexionar, hablar y presentar estos libros. Entre estos invitados, pensé en Pedro y en Israel Galván para trabajar sobre el libro de Mallarmé.

Broodthaers cogió el libro de Mallarmé y lo cambió, le rayó los textos. Este fue el arranque para trabajar con Pedro y con Israel Galván. Primero tuvimos una conversación en casa de Pedro, y poco a poco se fue desarrollando el proyecto. Hicimos una presentación con Pedro, que fue grabada en Bilbao. Este texto grabado fue a manos de Israel, también como material.

La primera actuación que hicimos de este proyecto fue en Lovaina en el 2016. A partir de ahí, otra la hicimos en Compostela en el 2018. Y ahora la repetimos aquí, en el Reina Sofía. Es un poco breve el recorrido de este proyecto.

Pedro G. Romero: En Lovaina lo hicimos en una biblioteca. Pero, en realidad, la biblioteca estaba rematada −coronada− con una copia de la Giralda de Sevilla. Eso parecía una monstruosidad, una situación extraña, el que, con un artista del flamenco como Israel, que viene de Sevilla y se desarrolle en esa biblioteca tiene sus profundas razones. Cuando Filiep propuso la historia de leer desde Broodthaers a Mallarmé ya había alguna coincidencia −seguramente no era casual−. Para mí, uno de los textos fundamentales o uno de los textos que se ha convertido en centro de interés para el flamenco −de las relaciones del flamenco con lo contemporáneo− y de muchas de las cosas que a mí me interesan del campo del flamenco es un texto [La metafísica de Juan de Mairena] de Antonio Machado. Él es uno de los poetas más constituyentes de lo que entendemos hoy como flamenco.

Machado ajusta cuentas con Mallarmé, que es un poeta que a él le influye mucho. Y es a partir de esa idea del entendimiento de la máquina de lectura, de la máquina de poesía, con unas descripciones paródicas muy similares a aquellas con las que opera Broodthaers sobre el libro de Mallarmé.

En ese sentido, parece una cosa muy artificial, parece que ha sido un rizar el rizo naturalizar la manera en que Israel Galván interpreta el texto. Pero es que sustancialmente, estructuralmente, esencialmente hay un punto de conexión que desde mi punto de vista es crucial para el entendimiento de eso que se llama el campo estético de lo que es el flamenco.

El libro es el Libro. Es decir, que el proyecto de Mallarmé, Una tirada de dados… es el último proyecto de Mallarmé, que era el Libro. Mallarmé quería que toda su obra acabara en un proyecto que fuera el Libro, que se llamara así. La poquita influencia de Wagner sobre su poética era esa cosa de hacer la obra de arte total. Curiosamente, al final, Una tirada de dados… es la constatación de su naufragio y de su fracaso.

La característica poética de Mallarmé, de Broodthaers y también de Israel es hacer esa llamada a las condiciones materiales de la lectura.

Israel Galván: Es verdad que es un libro que suena muy bien. Tiene varios forros; es un forro muy percusivo. Las páginas se parten muy bien. Me encaja muy bien en el cuerpo. Me sirve muy bien como escenario. Tiene un buen zapateo con el papel…, y con las manos; es un libro muy percusivo.

Yo lo he visto así. No de interpretar lo que dice el libro, sino bailar con un libro. Da la casualidad de que el libro, estéticamente, por el color y todo eso me viene muy bien. Entonces juego con la gente, con la sensibilidad de la gente hacia los libros. Cuando rompo las hojas: “…es que me está partiendo el cuerpo” "¡Ah!, ¿sí? Pero si suena muy bonito." También tiene un poquito de asesinato.

Pedro G. Romero: Filiep hace la presentación, y después empiezan como una serie de tensiones. Está todo el rato presente la idea de que Israel tacha las palabras, exactamente como en la operación de Broodthaers. 

En un sitio, recuerdo que yo ya no sabía que decir, y yo ya hablaba de Vicente Escudero… Ya no sabía de qué estaba hablando y seguía hablando para intentar rellenar el espacio mientras Israel operaba por encima de la sala. Más que una conversación son palimpsestos en los que se superponen unos discursos encima de otros.

Filiep es diseñador gráfico, pero está como muy encarnado con Broodthaers, que es el maestro, un referente de un tipo de lenguaje y entendimiento del libro. A mí me pasa exactamente lo mismo con el texto de la Máquina de trovar, de [Jorge] Meneses. Ese es el texto en el que Machado lee a Mallarmé. Israel hace esa relación con su trabajo. Realmente, hay un acierto en la figura, y simplemente es poner las figuras juntas.

Pero no es que nos hayamos encerrado en una beca de estudio preparando durante días y hayamos elaborado esta pieza, sino que, en el hacer, primero en Bulegoa, Bilbao; después en Lovaina, después en Santiago se han ido produciendo hallazgos y cuestiones que se han ido sumando. Ahora, aquí, en el Museo Reina Sofía del 2019 también se produce esa especie de naturalización extraña.

También sabemos que el Museo tiene a Marcel Broodthaers como santo patrón. Entonces, es un museo en el que Broodthaers no es solo un artista que ha tenido una gran retrospectiva, sino que es un tipo de poética desde la que se relee el arte del siglo XX y del siglo XXI.

Filiep Tacq: Hay que ver también que el libro de Mallarmé se llamaba Poème, y Broodthaers lo llamó Image −imagen−; y lo que hace Israel Galván él lo llama danzar o bailar. Es como transformar un paso más allá lo que había hecho Broodthaers. Es como otra interpretación de este libro.

Broodthaers, cuando él tapa o marca, elimina la lectura pero guarda la tipografía. Donde había una itálica −una cursiva− él pone un rectángulo con los lados en cursiva; él respeta la visualidad de la tipografía, pero elimina el contenido; o sea, la imagen la respeta hasta el último detalle. Curiosamente, he encontrado una frase, que no está en el libro de Broodthaers, que está en el libro de Mallarmé −no recuerdo en francés− en español la palabra es “dudar” −hésiter, la ha eliminado−. No he podido pedir ayuda a la viuda María Gilissen −porque Marcel ya no vive− si iba más allá; si es un accidente o si hay una voluntad de hacer desaparecer la palabra “dudar”.

Pedro G. Romero: En realidad, la elección de que Filiep piense que Israel pueda encarnar esto tiene mucho que ver con algo que ya hacía Israel. Él encarna estas preocupaciones del entendimiento del espacio, del baile, de la música, del flamenco, etcétera, sin que sea el resultado de una teoría. Es un artista que está situado en esa línea, aunque los elementos que él baraje tengan otra procedencia −seguramente más bastarda−.

En realidad, es un proyecto que cae en el sentido de que es una buena tirada de dados. En este caso en los tres dados ha salido seis, seis, seis. Insisto en esto porque me parece importante que quede claro que no es una operación de laboratorio sino que es una operación que tiene que ver con una deriva vital.

Israel Galván: No es bailar la poesía; no es bailar la palabra. Un guarda jurado del Reina Sofía me dice "¿qué es lo que vais a hacer? ¿performance? ¿danza?" "Pues no lo sé." Es como ir diciendo que ya está todo hecho; o danza o performance.

Esto creo que es como bailar un libro, que yo no sé ni lo que dice. Pero, lo cierto es que yo no soy esclavo de lo que diga el libro.

Por ejemplo, los libros de mi generación, los libros de Lorca yo los puedo bailar con lo que dice Lorca, y lo hago con el cuerpo. En cambio, esto me da la libertad de que es un libro libre. No tengo que hacer lo que dice sino que con cada hoja que pasas se abre un mundo.

Filiep Tacq: Un coup de dés.

Pedro G. Romero: Una tirada de dados.

Filiep Tacq: Una patada de dados.

Israel Galván: Me han regalado unos dados.