Richard Hamilton. Del 27 junio al 13 octubre de 2014
En mayo de 2012, Mathew Weiner y el canal de TV Nortemaericano AMC rompían la baraja al emitir el sonido de una canción de los Beatles junto a imágenes en la serie de ficción Mad Men. Esto les costó la de $ 250.000.
- Audio: Cole Porter. "Anything Goes" en Cole Porter's Anything Goes, Smithsonian Collection (1977)
Este es un podcast sobre Richard Hamilton, sobre su trabajo, sobre el diseño, la televisión, la tecnología, el dinero, la guerra o sobre gente como Margaret Tatcher. Sobre el autorretrato de Richard Hamilton en el que se agrupa una aspiradora, un coche y una nevera y un póster del cantante de Jazz. Sobre cómo la televisión, la publicidad, los objetos, la música pop se presentan en Hamilton dentro de un marco estético más amplio, característico del mundo anglosajón de después de la guerra: la capacidad no tanto de producir sueños y deseos, sino de registrarlos y venderlos al por mayor.
O sobre la capacidad de descontextualizar el objeto de consumo, describirlo como sueño de una generación, y presentarlo luego como obra de arte. Una maniobra que, posiblemente, solo un seguidor acérrimo de Marcel Duchamp podría haber hecho tan bien.
Cuando Richard Hamilton realizó la portada del White Album de los Beatles en 1968 se empeñó en introducir un detalle. Cada una de las millones de copias de esta primera edición debían ir numeradas. Las cinco primeras copias irían a los integrantes de la banda, de la cual John Lenon se llevó 2. Esa quinta copia se vendió en subasta en 2013 por 28.000€, y lo que le otorgó ese valor, en última instancia, era ese número 5.
Un buen seguidor de Marcel Duchamp entendía que la firma es importante, pero que en una cultura de la producción en serie, la numeración lo podía ser más. Y esto es lo que la maniobra de Hamilton demostró demostró 45 años después. Los derechos de este disco son controlados por las discográficas más poderosas del mundo que ingresan entre treinta y cuarenta millones de dólares cada año sólo por los derechos de los Beatles. Una buena razón para no usar una canción del grupo. Y es que lo que rodea a la cultura pop más que otra cosa, más que un sonido o una imagen interesante, es el dinero. Esto es, en palabras de otra célebre señora británica, Margaret Tatcher, lo que está en la base de la cultura occidental de posguerra, el dinero. Entender la realidad por los niveles de ganancias.
- Audio: Margaret Thatcher: "There is no such thing as public money"
La creación de riqueza no es algo que pertenezca sólo al “mundo libre” de la guerra fría. Es algo que tiene que ver con el control económico y político que significa el dominio de las energías eléctricas y atómicas. ¿Sería posible entender la obra de este artista sin la importancia que estaba teniendo la electricidad en la cultura de la época?
- Audio: Thomas Alva Edison. Electricity and progress, Edison Gold Moulded cylinder EDIS 39835 (1908)
- Audio: Marisa Anderson. "Electricity" en Electricity, Free Music Archive (2012)
Estamos acostumbrados a pensar la era atómica en la que se inscribe el arte occidental de la segunda mitad del siglo XX desde una marco macropolítico, desde los submarinos, los aviones, los satélites, los misiles y las centrales nucleares. Pero hay otro espectro energético que llena la cotidianidad y el consumo del que se ocupa la estética pop. Un espectro que llenaba las casas y que sí, las hacía tan atractivas y deseables como Hamilton había planteado.
En ¿Qué es lo que hace que las casas de hoy sean tan diferentes, tan atractivas? Encontramos dos elementos presentes en la estética de Hamilton e incluso en su definición auto-biográfica. Uno es el póster de El cantor de Jazz y otra la aspiradora en la esquina superior izquierda.
Robert Bresson dijo que "El cine sonoro ha inventado el silencio" dado que el jolgorio de la sala de proyección se había cambiado por un grupo de personas atentas y respetuosas a lo que las estrellas tenían que decirse en la pantalla. El diálogo y la banda sonora se había llevado la intervención musical de la sala de cine, fijando la mirada por una serie de tecnologías para un espectador cada vez más atento y silencioso.
Hamilton llevaba desde los años cuarenta en contacto con sociedades discográficas. En 1942 organiza un club de música en EMI (Electronic Music Industry) en donde realizan audiciones con grabaciones musicales de los archivos de His Master’s Voice.
En 1959 Hamilton realiza una conferencia con el título “Glorious Technicolor, Breathtaking Cinemascope and Stereophonic Sound" cuyo título está tomado de un musical de Cole Porter. La traducción del título sería algo así como "Technicolor Glorioso, Cinemascope que quita el hipo y sonido estereofónico", lo que en nuestro 2014 sería algo así como “ El gloriosos 3D, el sonido Dolby Atmos, y la alta definición”
La conferencia da comienzo con una anécdota: “Los auriculares eran colocados sobre mi almohada, los bigotes del gato giraba y yo escuchaba embelesado esos ruidos extraños; caía la oscuridad y yo caía dormido con el sonido a arañazos de esas cajas circulares. Algunos años después, con 8 años, mi padre me llevó a ver El cantante de Jazz - de esto recuerdo el momento en que el sonido de la voz que salía del gramófono coincidía con el movimiento de la boca de Al Jolson en la película." A Lecture en Collected Words. Thames & Hudson, 1983, Pág 111
En esta conferencia Hamilton reconstruye la tecnología del cine para explicar como se genera el atractivo de Hollywood. Esta descomposición de la imagen y a veces la tecnología del sonido estereofónico estará presente en la obra de Hamilton en algunas de sus piezas sobre la televisión.
La canción está firmada por Cole Porter, superviviente triunfal del Crepúsculo de los Dioses en el que se oscurecieron actores como Rodolfo Valentino, del que se habla en la canción. En ella se expone como la historia contada ya no es interesante para el público si no viene acompañada de esta serie de trucos tecnológicos. Stereo, Cinemascope, 3D, Cinerama con 3 proyectores. El negocio no sólo de la venta de entradas, sino de la obsolescencia que comenzaban a presentar los formatos.
- Audio: Cole Porter. "Stereophonic Sound" en Silk Stockings (Fred Astaire, Janis Paige y MGM Studio Orchestra), MGM (1957)
En la revista Architectural Design publicada en 1962 Richard Hamilton se preguntaba "¿En cuántas obras artísticas importantes del siglo XX aparece un automóvil? ¿En cuántas aparecen aspiradoras?” (Hamilton y el diseño en Hamilton, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2014, p. 125)
El ruido doméstico de la electricidad, lo electrodoméstico, va llenando las casas que interesarán a Hamilton desde los años cincuenta hasta el final de su vida. Las personas no sólo necesitaban estereofonía y tecnicolor para resultar atractivas en su espacio doméstico. El cuerpo sexualizado de los anuncios debe estar en relación armónica con las máquinas que lo rodean.
“Todos sabemos que el contacto con el mundo fantástico es mucho más memorable cuando el puente hacia este mundo ha sido recientemente experimentado a través de maravillas tecnológicas" A Lecture en Collected Words. Thames & Hudson, 1983, p. 113
Como en una distopía de James Graham Ballard, el cuerpo se funde con el coche o dialoga con la aspiradora. En 1963 el artista realiza Self-portrait para la portada de la revista Living Arts 2. Su autorretrato se compone por un Ford Mustang sobre el que se disponen los deseables cuerpos de dos personas, un frigorífico, una máquina de escribir, un teléfono y una aspiradora. Pero no cualquier aspiradora, sino la misma que aparece en su obra más conocida ¿Qué es lo que hace que las casas de hoy sean tan diferentes, tan atractivas?, una Hoover constellation 867A.
La aspiradora motorizada había sido un aparato muy importante en la historia de la tecnología británica, hasta el punto de que se presentó en el Empire Music Hall en 1901 de Londres, pasando a formar parte del orgullo británico. En 1981 el Canal 4 de la BBC le dedica el primer programa de La vida secreta de la máquinas. En este documental se explica cómo la introducción del modelo Hoover hizo de esta máquina un ruido habitual y deseable en todo hogar que se precie en la época.
- Audio: Oh my carpet. Anuncio de Hoover
La publicidad, descendiente directo de la propaganda, arranca con fuerza como un mecanismo de producción de deseo, incluso de un aparato ruidoso y desagradable como la aspiradora. El dominio de la televisión, se dice, surge en la época en que Hamilton comienza su producción artística y termina cuando este muere.
En 1969, Marshall McLuhan señalaba que "La televisión es el medio de comunicación eléctrico más importante, porque está presente en casi todos los hogares del país, y, en la medida en que machaca y moldea la totalidad del sistema sensorial con el mensaje final, amplía el sistema nervioso central de cada espectador". (Mark Godfrey, La televisión entrega personas a domicilio Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2014 p. 237)
En 1984 Hamilton realiza la instalación Treatment Room una habitación hospitalaria en la que una pantalla de televisión reproduce un video silenciado con Margaret Thatcher. Esta imagen de la vigilancia y el espectáculo, reúne cuestiones filosóficas que siguen siendo pertinentes. Habla de cómo las tecnologías de la mirada ejercen control sobre nosotros no solamente vigilando nuestros movimientos, sino controlando esos movimientos al administrarnos imágenes, como la publicidad o el cinemascope.
En un texto que acompañaba la obra Hamilton se pregunta: "La imagen de la señora Thatcher tratando con condescendencia a una víctima de la sanidad pública ¿forma parte de ese futuro que en otros tiempos se nos antojaba tan prometedor?" (Mark Godfrey La televisión entrega personas a domicilio en Hamilton Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2014, p. 245)
Como apunta Mark Godfrey en su texto La televisión entrega personas a domicilio: “El tratamiento que se administra en Treatment Room es el sometimiento a la nueva política de las imágenes, y lo terrible es que estas imágenes se inmiscuyen en un espacio que recuerda a las instituciones públicas que Thatcher se había esforzado tanto por desmantelar.” (Mark Godfrey. La televisión entrega personas a domicilio. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2014, Pág. 246)
- Audio: Notsensibles. "'I'm in Love With Margaret Thatcher" en I'm in Love With Margaret Thatcher, Redball Records (1979)
El trabajo de Hamilton, por coetáneo, mantenía cierta complicidad con el del teórico Jean Baudrillard, y como el habló de otro hito televisivo que ya no estaba rodado en tecnicolor y stereo, y que, quizás por ello, Baudrillard se apresuró a decir que no había tenido lugar.
War Games es su última obra basada en la televisión, en la que hacía patente que en las noticias de 1992 sobre la guerra del golfo no se veían personas. En 1991 Jean Baudrillard había publicado en el periódico Libération sus ensayos sobre la Guerra del Golfo en el que se describía un cambio de paradigma con respecto a la batalla. La guerra fría había desaparecido y el conflicto y su representación estaban cambiando radicalmente.
“En este foro que es la guerra del Golfo, todo se oculta: se ocultan los aviones, se entierran los tanques, Israel se hace el muerto, se censuran las imágenes, toda la información está bloqueada en el desierto: sólo funciona la tele, como un medio sin mensaje, mostrando por fin la imagen de la televisión pura. “ (Jean Baudrillard. La guerra del Golfo no ha tenido lugar. Editorial Anagrama, 1991, p. 68)
La imagen televisiva analizada en estas obras de Hamilton no es un mecanismo glorioso para una imagen resplandeciente, sino una ocultación chapucera que llena la pantalla de fogonazos lejanos.
Por último debemos recalcar que mediante la televisión y las exposiciones, Hamilton se relacionó ligeramente con la música. En un reportaje llamado This is Tomorrow de Chanel Four de la BBC, Richard Hamilton, habla de su relación con otra figura del Pop, Bryan Ferry al que al parecer influyó enormemente.
- Audio: The Bryan Ferry Orchestra. "This Is Tomorrow. 20's Jazz Version" en The Jazz Age, BMG (2102)
Uno a otro se dedicaban mutuos halagos a lo largo de su vida, dado que el Hamilton fue profesor de Ferry. Por esto el músico le dedico una canción llamada This is Tomorrow, cuya versión por la Brian Ferrys Band estamos escuchando ahora mismo. ¿Tendrá algo que ver esta versión con el declarado interés de Richard Hamilton por la la música de los años 20 y 30? Como se ha dicho en algún otro lugar, el Swing y el Jazz o el Calypso sería la primera música popular que se distribuyó en discos, y Hamilton ya había mostrado interés por ella antes incluso de relacionarse con el pop Inglés de los Stones, Los Beatles o Brian Ferry.
Hamilton había usado la música de manera accesoria en su inauguraciones. En Man Machine Motion (Error en el audio, la exposición era Exhibit 2), inaugurada en 1955, el artista escribió la letra de una canción de Calipso que sonó durante la inauguración. Al parecer el uso de esta forma musical junto con los otros elementos de la exposición era un esfuerzo del artista por mantener el “dinamismo intelectual” y creativo entre arte y cultura.
Además, como escribe Victoria Walsh en Caballitos de mar, retículas y Calipso: las exposiciones de Hamilton en los años cincuenta al artista le interesaba especialmente el calipso porque combinaba la improvisación con “la estructura de «llamada y respuesta» del estribillo, similar al efecto de «atracción y rechazo» característico del análisis de la percepción de la forma en la comunicación visual de la gestalt." (Caballitos de mar, retículas y Calipso: las exposiciones de Hamilton en los años cincuenta en Hamilton. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2014, p. 72)
La otra opción que apunta la autora es la popularidad alcanzada por el estilo y en especial por Harry Belafonte que en aquella época había vendido un millón de discos.
“Although the intellectual participates in the production and consumption of popular culture he is apart from it one it in one important sense; he is more aware of the entire circumstances of the phenomenon as a social situation than is normal consumer” This awarness is most important in that he understands that he is adopting standards oriented to mass tastes an it is this new catholicism which has caused alarm among the critics of popular culture. They feel that he has soldhis soul to the Devil.
My own view is that there is less to regret than one might suppose. An ideal culture, in my terms, is one in which amarness of its condition is universal. A culture in which each of its members accepts the differents groups and different occasions, one in which the artist holds tight to his own standards for himself and gives the best he can to whow he can without priggishness and with good humour, whilst facting his historical situation honesty." (Popular Culture en Collected Words. Thames & Hudson, 1983, pp. 113 y 151)
- Audio: Harry Belafonte. "Jump In The Line" en Jump Up Calypso, RCA Victor (1961)