Cristina Iglesias. Metonimia. Del 2 febrero al 3 mayo de 2013
Metonimia
Cristina Iglesias: No hay una palabra que defina la obra y siempre de lo que se habla es de algo más que aquello que tratamos de definir. Tengo que decir que el título partió de una conversación con la comisaria Lynne Cooke. Ha sido una manera de encontrar cómo hablar de lo que tampoco quieres nombrar del todo.
Siempre me ha interesado ese juego que uno puede tener con la piel, la superficie de las cosas, la textura, lo que puede parecer una cosa y es otra. Me parece interesante que un trenzado que te lleva a la idea de que algo se ha tejido y que además eso te lleva a una idea de tiempo implícito en el acto de tejer, eso, hecho con hierro dulce que es un material muy escultórico… pues en esa casi contradicción pero que no lo es, da mucho juego para hablar del refugio, de un lugar traslúcido, que la luz además físicamente penetra…. De la penetrabilidad de las piezas que me parece muy interesante para despertar percepciones en el espectador que entra en ellas.
Escultura / arquitectura
Las esculturas que pueden ser habitadas te llevan irremediablemente a una idea de arquitectura pero se escapan a ello también. Me interesa el lugar que está entre una cosa y otra, yo creo que son esculturas sinceramente, pero se apoderan de esa idea de lo habitable que lo asociamos más a las arquitecturas
Hay también otro factor de referencia a la arquitectura que es el lugar que ocupa la obra, no solo la escultura en sí misma, la escultura, sino que lugar ocupa. Me interesa mucho cómo te encuentras la obra y preparo muchas veces ese encuentro, está pensado, si está a la derecha o la izquierda según cómo sea la arquitectura del lugar que ocupas, y para mí eso es importante. Incluso esta exposición, además de todos lo que estamos hablando, el enfrentamiento con un espacio dado, que puede ser el cubo blanco, pero que es un cubo que hemos podido abrir ventanas, con una flexibilidad… hacer que el jardín entrara, si no hubiese sido posible habría reaccionado de otra manera, pero como ha sido posible también me gusta utilizar esos elementos de lenguaje que son muy ricos.
El agua puedes a veces pensar la parte más superficial decir “el agua de las fuentes” pero me interesa también conceptual y filosóficamente, cómo puedes hacer un cauce para que el agua corra por él, pero cómo también el agua crea su propio cauce. Entonces, si una juega con esos elementos y esas capacidades, el agua hace que la forma cambie, la temporalidad, el tiempo que implica el que el ritmo sea de una manera u otra, que la secuencia de cómo aparece y desaparece el agua o como corre o como de pronto cambia, todo eso el agua lo hace posible y todo eso me interesa también como un factor que ha sido un clásico en la escultura, "el tiempo"; pero siempre hablábamos del tiempo de rodearla, luego dices “además te metes” pero si además hay elementos que los has orquestado… está también el sonido del agua, es decir está lleno de posibilidades que abren un mundo muy rico.
Textos
La utilización del texto no es anecdótica, es porque una celosía es una cuadrícula que se corta para impedir o jugar con la visión. Siempre una celosía es una retícula que está cortada creando unos dibujos geométricos decorativos, entonces tienes juegos infinitos con la visión, con la ocultación, y la exhibición de lo que ves a través… el texto que no solo componga esas paredes sino que sea verdaderamente también la estructura de la obra y ese es también un concepto que me interesa.
Son textos completos, cada uno describe un lugar, una situación en lugares determinados. He utilizado textos de escritores fantásticos franceses de finales del XIX principios del XX algunos, también de ciencia ficción, pero siempre con ese ánimo de buscar un texto que describiese un lugar fantástico.