A fita de Moebius. Imagen del libro de Suely Rolnik Esferas de la insurrección, Madrid, 2019. Fotografía: Rodrigo Araujo, São Paulo, 2014
El Museo Reina Sofía trabaja desarrollando diálogos y colaboraciones sostenidas en el tiempo con colectivos nacionales e internacionales, tanto del ámbito artístico como del activismo y el pensamiento. Con ello, el Museo busca, por una parte, hacer cada vez más porosos sus límites, abriendo espacios de contacto, generando proyectos comunes y convocando públicos inesperados; y, por otra, suscitar un entramado de relaciones a través de las cuales generar ideas y acciones críticas, así como nuevas formas de institucionalidad. De este modo, el Museo se posiciona y afirma como lugar de aprendizaje, de representación y enunciación colectivas, como un archivo interpelable y abierto; en definitiva, como un espacio cuestionado, debatido, puesto en crisis, en movimiento. Frente al modelo patrimonial, se apuesta por otras construcciones institucionales surgidas de la noción de lo común.
Museo Tentacular opera en un entramado relacional desde la escucha activa de las distintas realidades y procesos sociohistóricos en los que la institución se inscribe (barrio-ciudad-Estado-mundo), los cuales, a su vez y de manera dialéctica, permean, interpelan y afectan sus modos de hacer. El objetivo de este trabajo en red es promover dispositivos de colaboración que vayan más allá de las dinámicas de coprogramación y que planteen la institucionalidad como un espacio de reflexión, creación y proposición en base a un marco común de corresponsabilidad. Se trata asimismo de poner en valor las diferencias y singularidades de las distintas organizaciones que participan, ya sean de escala, alcance o de dimensión geopolítica. En este sentido, el concepto de Museo Tentacular desborda la lógica de proximidad geográfica y plantea una institucionalidad situada social, política y afectivamente en el contexto presente, reconociéndose parte de un amplio ecosistema cultural y social.