Tejidos marroquíes. Teresa Lanceta

En esta muestra se expone la obra de la artista junto a alfombras, prendas de vestir, alforjas, cojines y tejidos de pared para las jaimas generadas por mujeres marroquíes, que se conservan en las colecciones del Museu Etnològic de Barcelona, el Musée National des Arts d’Afrique et d’Océanie y el Musée de l’Homme de París, así como de algunas colecciones particulares. Otros museos como el Louvre, el Museu d’Arqueologia de Catalunya y el Musée National de Céramique de Sèvres han prestado piezas de referencia.

El conjunto de obras mostrado representa cuatro regiones de Marruecos: El Atlas Medio, el Alto Atlas, el Anti-Atlas y la llanura de Marraqués. Las obras, creadas por mujeres según la tradición transmitida de generación en generación, son puestas en diálogo con las producidas por Teresa Lanceta. La artista intenta en ellas mantener el formato y los colores con la intención de preservar el canon marroquí, de modo que su marca personal se oculta al máximo.

La exposición pretende evocar el recuerdo de lo doméstico, a través de la pared, el suelo, la ventana, el pasillo, la vitrina y la mesa. La primera sala exhibe la obra más cercana a la mirada contemporánea, a través del trabajo de Lanceta y su reinterpretación del arte textil marroquí. Las ventanas abiertas al patio dejan penetrar la luz en el interior del Museo, donde siete planos horizontales, dispuestos en diferentes alturas sobre una larga tarima, evocan la visión tradicional de la alfombra. Este objeto es fundamental en Marruecos, ya que sirve de cama, de tejido para las paredes y de manta. Su gran libertad de composición, los colores nítidos y luminosos y los motivos geométricos o abstractos han inspirado a lo largo de décadas a artistas como Henri Matisse, Wassily Kandinsky, Paul Klee, Léopold Survage, María Helena Vieira da Silva o Jean Le Moal.

La segunda sala se divide en dos espacios diferentes. En el primero de ellos, la antesala, se reproduce el interior de un gran armario acristalado, en el que las paredes y el suelo se convierten en vitrinas. En el segundo, el Gabinete, se exponen las grandes piezas del arte textil marroquí, sobre unas barras de madera -para las obras de medio tamaño-, o bien sobre caballetes situados en el centro de la estancia, para las obras de mayores dimensiones.

El trabajo de Lanceta dialoga en el espacio expositivo con los tejidos marroquíes a modo de reconocimiento del trabajo de miles de mujeres, que dan vida a una técnica y a una tradición. Tal y como explica la artista, con sus obras no quiere realizar versiones, sino que busca que sus piezas actúen como espejos de la alteridad.