El artista colombiano y residente en Londres, Oswaldo Maciá (Cartagena, Colombia, 1960) centra su obra en la preocupación por los procesos sensoriales y las formas subliminales de adquisición de conocimiento. Dos de sus vías de investigación más frecuentes son, la exploración de las relaciones sinestésicas (las conexiones entre gusto, olfato y oído) y la búsqueda y creación de nuevos analogías a través de conexiones paradójicas de los sentidos.
Something Going on Above my Head (Algo pasa por encima de mi cabeza) es una obra concebida en clave de sinfonía a partir de la trasposición del canto de los pájaros a una estructura orquestal. Cada uno de los cantos individuales es integrado en una arquitectura jerárquica basada en las calidades sonoras y en la posibilidad de cada una de ellas de establecer contrapuntos y diálogos con otras.
A lo largo de cinco años, Maciá ha recopilado cerca de dos mil cantos de pájaros de todo el mundo en archivos y bibliotecas sonaras que han sido posteriormente manipulados para configurar réplicas “naturales” de las diversas secciones orquestales. El canto de los pájaros fue también utilizado por Eva Lootz en su proyecto La lengua de los pájaros, una instalación situada en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro durante 2002. Para esta ocasión Macía ocupa el jardín del patio interior del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía donde desarrolla esta reinterpretación sonora del gabinete naturalista en el que el archivo adopta la forma de un mapa universal sonoro. Se pueden escuchar piar a las palomas de Trafalgar Square en Londres, al canario de Turbaco en la costa caribeña de Colombia o los pájaros del Parque Nacional de Niokolo-Koba en Senegal.
Para realizar esta obra el artista recurre a las herramientas propias del naturalismo y los estudios ornitológicos sobre el lenguaje de los pájaros. Este proyecto tiene dos vertientes principales. Por una parte, se relaciona con la investigación sonora de carácter científico desarrollada por Maciá y que se materializa en un archivo geográfico compuesto por cuatro CDs, cada uno correspondiente a un continente y, por otra parte, se compone la sinfonía en el espacio de interrelación del Museo Reina Sofía excluyendo la geografía y reivindicando los sentidos.
Este trabajo fue presentado con anterioridad en ExTeresa de México D. F., en la Whitechapel de Londres y en la iglesia del cementerio vikingo de Uppsala en Suecia. En la versión concreta que se puede escuchar en el Museo, el jardín forma parte de una escenografía teatral que reproduce a modo de simulacro el entorno natural con el que se asocia el canto de los pájaros. Es la primera vez que se realiza una obra site-specific para este jardín. Las características arquitectónicas de los espacios en los que tiene lugar la pieza marcan un sentido y una dirección obteniendo el visitante diversas experiencias sensoriales. Maciá incita con este trabajo a olvidar las procedencias geográficas y fronteras entre países y profundizar en un sonido universal a través del reencuentro con la naturaleza.