Günther Förg

Förg se adscribe a la corriente fotográfica denominada Nueva objetividad, que surge en Alemania en los años ochenta y se vincula generacionalmente con los fotógrafos Thomas Ruff, Candida Höfer, Axel Hütte, Andreas Gursky o Thomas Struth. No obstante, Förg se aleja del resto, por su insistencia en la arquitectura como testigo de un deterioro, material y social, al presentar el hecho arquitectónico como realidad y metáfora de la ideología -política o estética- sobre la que se construyó.

De este modo, no es casual la importancia que concede al movimiento moderno a través de los motivos elegidos. Los protagonistas de sus obras son edificios como EUR / E42 de Marcello Piacentini en Roma; la fachada del Club Zuev, de Ilya Golosov en Moscú; la IG-Farben-Haus de Hans Poelzig en Francfurt; la Villa Wittgestein en Viena; la Haus Lange, de Mies van der Rohe, en Krefeld; la Villa Malaparte, en Capri, de Adalberto Libera; o el Pabellón de Alemania de la Exposición Internacional de 1929, de Mies van der Rohe, posteriormente reconstruido en Barcelona.

El gesto fotográfico queda convertido en sus trabajos en un acto de enmarcar, al insistir en las ventanas, que utiliza como metamarcos de su visión, voluntariamente desenfocada en ocasiones. Förg activa así la transparencia e invisibilidad de la arquitectura, como ocurre en la serie dedicada a la Villa Malaparte, donde ensombrece el interior de la casa, para concentrar la visión exterior y configurar secuencias de paisaje arbolado, mar o rocas. La arquitectura actúa como recurso compositivo, al activar la búsqueda de correspondencias entre líneas de sombra y aristas de fachadas, como realiza con el Pabellón de Alemania, de Mies van der Rohe.

La exposición se completa con una selección de pinturas y esculturas realizadas entre 1978 y 1998, a las que Förg traslada idénticas preocupaciones que en sus fotografías. En esos trabajos, y desde distintos medios, profundiza en el concepto de construcción y organización desde la retícula y la línea vertical, y materializa de ese modo la esencia de orden y armonía racional de la arquitectura moderna, donde la reiteración y la repetición, como en las fotografías, roza la abstracción formal saturada de mensaje.