Cantos del diseño

En 1939, al mismo tiempo que se cumplían cuatrocientos años de la llegada a América de la imprenta tipográfica, comenzó la dictadura franquista y una represión político-social que forzó al exilio a muchos partidarios del bando republicano. Uno de los países que más los acogió fue México, gracias a la política de asilo que implementó el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. La inclusión de estos exiliados en el tejido social mexicano, sobre todo de artistas e intelectuales, propició un intercambio cultural y artístico en diversos ámbitos y disciplinas. Cantos del diseño. Lenguajes del exilio republicano en México propone una lectura de este éxodo que muestra la producción gráfica mexicana de la época, la cual permitió continuar con una creación de vanguardia que la censura imposibilitó durante la España franquista. A partir de los fondos de la Biblioteca y Centro de Documentación del Museo Reina Sofía, esta muestra se articula en torno a dos casos de estudio: los trabajos de diseño gráfico de Miguel Prieto (Almodóvar del Campo, Ciudad Real, 1907 - Ciudad de México, 1956) y de Vicente Rojo (Barcelona, 1932 - Ciudad de México, 2021), artistas que representan dos generaciones dentro del éxodo republicano en México.

Como primer caso de estudio, Miguel Prieto —miembro y militante del Partido Comunista de España— fue uno de los exiliados que viajaron a bordo del barco Veendam en 1939. Junto con otros exiliados como Josep Renau o Manuela Ballester, Prieto contribuyó a la gráfica mexicana desde el diseño editorial. Su trabajo, caracterizado por la incorporación de nuevas tipografías, el equilibrio entre texto e imagen y el carácter poético de las ilustraciones, contribuyó a la evolución del oficio. Entre sus trabajos más destacados están la revista quincenal Romance (1940-1941) o los poemarios Canto general (1950), de Pablo Neruda, y Canciones de la paz (1955), de Juan Rejano, libros en los que su maquetación da la misma importancia a lo visual que lo textual, sugiriendo nuevas posibilidades en el diseño editorial mexicano.

Como segundo caso de estudio, Vicente Rojo, que llegó en 1949 a México cuando tenía diecisiete años, representa la segunda generación del exilio en este país. Su producción gráfica supuso una evolución significativa respecto a las propuestas estéticas y políticas de Prieto, con quien comenzó a trabajar como ayudante en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en 1950. Años después, con los diseños que produjo para diversas obras literarias, Rojo experimentó con la geometría aplicada a la tipografía y propuso alternativas a los formatos tradicionales del libro. Destacan objetos desplegables o modelos de lectura no lineal como Marcel Duchamp o el castillo de la pureza (1968), de Octavio Paz.

A través de diferentes proyectos realizados por Prieto y Rojo —como revistas, folletos, libros de artista, fotolibros e ilustraciones—, Cantos del diseño busca esbozar la evolución que la industria del diseño editorial mexicano experimentó en esta época, explorando las analogías y divergencias —tanto estéticas como políticas— de los lenguajes gráficos utilizados por ambas generaciones de exiliados republicanos en este país.