Brice Marden. Cold Mountain

12 enero - 15 marzo, 1993 /
Edificio Sabatini, Planta 3
Vista de sala de la exposición. Brice Marden. Cold Mountain, 1993
Vista de sala de la exposición. Brice Marden. Cold Mountain, 1993

Cuando el predominio del expresionismo abstracto norteamericano comienza a declinar a finales de la década de 1950, numerosos artistas encuentran en el arte oriental una vía de renovación del arte abstracto. La exposición de Brice Marden (Bronxville, Nueva York, 1938) ejemplifica este nuevo camino de la abstracción, al tiempo que muestra cómo las obras aquí presentadas suponen un giro radical en la producción del artista. Marden emprende el proyecto Cold Mountain (1988-1991) tras un momento de crisis personal y de madurez artística; partiendo de su atracción por la caligrafía y la poesía chinas, así como de la herencia del Expresionismo Abstracto y la influencia de Jackson Pollock.

Seis grandes cuadros de óleo negro sobre lienzo, de dimensiones inusuales en la trayectoria de Marden, y que comparten el título Cold Mountain, constituyen el núcleo de la exposición. Se completa con los primeros dibujos realizados bajo el signo caligráfico: St. Barts Drawings; los bocetos Cold Mountain Drawings; la serie de dibujos Group of Five. Cold Mountain, los dibujos agrupados bajo el nombre Cold Mountain Sketchbook y la serie de grabados Cold Mountain. Zen Studies 1-6. El punto de partida de este trabajo es la identificación entre caligrafía y dibujo, asumiendo el principio oriental según el cual la pintura es una forma de escritura.

Marden parte de los poemas que Han-Shan (s.VIII) escribió en su exilio voluntario a la montaña sagrada T´ien-T´ai (La terraza del cielo). Su interés no está en el contenido de los caracteres chinos, sino en la concepción estética de esas composiciones poéticas; no se queda en la caligrafía, sino en la presencia visual del signo. Como la mayoría de los pintores occidentales interesados por las manifestaciones plásticas orientales, a Marden le atraía “la alta capacidad de abstracción que demuestra el artista oriental, así como esa valoración del vacío, la espontaneidad, el poder representar una idea y la huida de la pintura de imitación”, en palabras de la crítica de arte Isabel Cervera. Así, Marden aplica sólo pintura negra sobre el lienzo blanco queriendo, como señala Brendan Richardson, escritor y comisario independiente: “comunicar algo de la espontaneidad y fluidez de sus dibujos en tinta negra sobre papel blanco. Trabajando de arriba abajo, y de izquierda a derecha (como en un texto chino), Marden dibujó en negro su peculiar caligrafía”. El resultado no es una caligrafía limpia, pues su acción consiste en pintar y corregir continuamente y, en algunos casos, eliminar aquellos trazos que puedan derivar en el reconocimiento de la figura. En este proyecto, de larga ejecución, aúna la espontaneidad oriental con la voluntad de explorar los límites del lenguaje pictórico de Pollock.

Datos de la exposición

Organización: 
Dia Center for the Arts, Nueva York y Walker Art Center, Minneapolis
Comisariado: 
Gary Garrels
Itinerario: 

Dia Center for the Arts, Nueva York (17 octubre, 1991 - 31 mayo, 1992); Walker Art Center, Minneapolis (28 junio - 13 septiembre, 1992); The Menil Collection, Houston (2 octubre - 29 noviembre, 1992); Städtisches Kunstmuseum, Bonn (Abril -Junio, 1993)

Artistas:
Brice Marden