Tertulia

El título de este cuadro presenta una curiosa paradoja: las mujeres que lo protagonizan no entablan ninguna conversación, sus miradas no se encuentran y la tertulia, caracterizada por su carácter verbal, se presenta aquí en un clima de silencio. Si bien Ángeles Santos no elegía los títulos de sus obras, es cierto que esta pintura, en contraste con La tertulia del Café de Pombo de José Gutiérrez Solana, arroja cierta luz sobre las desigualdades de género en la escena intelectual de la época. El espacio donde se desarrolla este cuadro no solo es doméstico, sino que resulta visualmente claustrofóbico y misterioso. La artista señaló en una entrevista que en estas cuatro mujeres jóvenes quedan reflejadas «la soledad y la incomunicación humanas»; no obstante, también quedan registrados en la obra los repertorios visuales asociados a las mujeres modernas del momento, que por medio de la moda y el estilo buscaban identificarse como independientes y emancipadas.

Raúl Martínez Arranz