Retrato familiar

Durante los años sesenta del pasado siglo, Fernando Gordillo realiza un ensayo fotográfico de larga duración en un lugar de la provincia de Ávila llamado Pedro Bernardo, un pueblo en decadencia (como todos los demás entonces en España) por la emigración generalizada a las ciudades. Al igual que otros fotógrafos de la Escuela de Madrid, Gordillo prefiere guardar imágenes del tiempo pasado, tratando de conservar formas de vida que desaparecen sin que nadie les preste atención. En aquellos años, Pedro Bernardo no es ningún pueblo miserable, tiene buena agricultura y numerosos talleres artesanos. Las fotos de Gordillo no denuncian injusticia ni miseria, retratan a los habitantes de Pedro Bernardo con simpatía, dejando un testimonio amable que se completa en el aspecto formal con la tradición del retrato fotográfico decimonónico, que también se puede encontrar en algunas pinturas y dibujos de artistas como Antonio López.



Horacio Fernández