Portrait de Madame Josette Gris (Retrato de Madame Josette Gris)

Los primeros trabajos de Juan Gris, instalado en París desde 1906, fueron como ilustrador de revistas. En 1912 participa en el Salon des Independants ya con obras cubistas, el estilo que practicará en exclusiva desde entonces. Hacia 1916 alcanzará una depuración formal en su obra, eliminando el carácter hermético y fragmentario de sus composiciones anteriores en favor de una síntesis clarificadora. Juan Gris identifica la superficie del lienzo con una «arquitectura plana y coloreada» en la que la forma domina al color y la emoción. En esos años vive también una particular «vuelta al orden» que, como más tarde hará Pablo Picasso, supondrá una reinterpretación de la obra de algunos maestros del pasado, principalmente Camille Corot, Paul Cézanne y Diego Velázquez. En Portrait de Madame Josette Gris (Retrato de Madame Josette Gris), compañera del pintor, son palpables las influencias tanto de Corot, del que toma la composición piramidal clásica, como de Cézanne, en una clara inspiración en los varios retratos que realizó a su esposa, especialmente el de Madame Cézanne au fauteuil jaune (1888-1890), con el que coincide en la postura de las manos cruzadas sobre su regazo.



Raúl Martínez Arranz