
Pla Macià. Una casa, un árbol
- Técnica
- Moldeado
- Año de ingreso
- 2022
- Número de registro
- AD10797
- Fecha
1987
- Materia
Escayola
- Crédito
Donación de Fernando Marzá, 2022
Los contactos entre los arquitectos del Grupo Este del GATEPAC y Le Corbusier, a partir de la reunión del CIRPAC celebrada en Barcelona en 1932, tendrán como consecuencia la elaboración de un nuevo plan urbanístico para la ciudad. Continuando el Eixample de Ildefonso Cerdá, esta nueva propuesta pasará por la creación de nuevas manzanas que, con cuatrocientos metros de lado, albergarían los famosos redents corbuserianos, esto es, edificios en cinta de más de cincuenta metros de altura circundados por espacios verdes.
Sin embargo, a Le Corbusier no se le escapó un hecho fundamental del contexto social del momento: el éxodo rural a la ciudad. La población procedente del campo difícilmente iba a poder asumir como hogar aquellas imponentes estructuras. Para facilitar su inclusión y mitigar el contraste habitacional radical, el arquitecto propone Une maison, un arbre (Una casa, un árbol), un plan que contemplaba la construcción de viviendas unifamiliares intermedias, en las que la planta baja quedaba despejada para permitir en ella las prácticas habituales en el ámbito rural que se vinculan al fuego y al agua, tales como el encendido de hogueras y el uso de fuentes.
Francisco Rojas Serrano
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