
La femme au vase (La dama oferente)
- Técnica
- Fundición a la cera perdida y patinado
- Dimensiones
- 220 x 122 x 110 cm
- Año de ingreso
- 1992
- Número de registro
- DE00051
- Fecha
1933 (verano)
- Número de edición
1/2
- Materia
Bronce
- Crédito
Legado Picasso, 1986
A partir de 1931 Pablo Picasso se traslada a una residencia campestre, el castillo de Boisgeloup, en Normandía, donde retoma la escultura según la técnica tradicional de modelado en barro y vaciado en yeso. Realizó un conjunto de grandes bustos que, según el artista, se dirigían hacia «la forma pura y el volumen nítido».
La mayor y más solemne de las obras realizadas en Boisgeloup es esta figura modelada durante el verano de 1933, al año siguiente de su primera retrospectiva en París, que le había permitido revisitar toda su obra precedente. La escultura fue traspasada a cemento en 1937, junto a tres de las grandes cabezas femeninas de Boisgeloup, para formar parte de las obras de arte del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París, donde esta figura se colocó en la parte exterior del edificio de Josep Lluís Sert y Luis Lacasa.
Esta obra tiene toda la majestuosidad de la Dama oferente del Cerro de los Santos, perteneciente a los exvotos de figuras orantes del arte íbero; así como la potencia del volumen, deformación expresiva e inventiva plástica de Picasso. Al final de su vida, el artista fundió dos ejemplares en bronce: una es esta obra del Museo Reina Sofía que, por decisión del artista, pasó a formar parte del Legado Picasso a su muerte, mientras la otra corona hoy su tumba, en el Château de Vauvenargues.
Carmen Fernández Aparicio