Green-Blue (Verde-azul)

Gerhard Richter se formó durante la reconstrucción cultural de la Alemania de posguerra, y ha desarrollado su trayectoria a lo largo de más de cincuenta años. A partir de la década de 1960, Richter cuestiona la relación entre pintura y fotografía, lo que lleva a cabo en el campo de su investigación sobre la representación de la imagen y la experiencia de la realidad. Desde 1962 utiliza como memoria visual un archivo mayoritariamente fotográfico denominado Atlas, del que extrae temas y motivos que reproduce al óleo como base de su continua exploración de las posibilidades de la pintura. Richter también representa la historia alemana reciente, proponiendo la renovación de la pintura de historia como una reflexión crítica sobre la misma en el contexto de la problemática redefinición de la identidad del país. Este políptico de cuatro piezas pertenece a su serie de obras abstractas, en las que anula las referencias figurativas o narrativas correspondientes a su etapa anterior, reivindicando así la coexistencia de diferentes maneras de hacer en el campo de una pintura alejada de cualquier dogma. En Green-Blue (Verde-azul) la pintura parece replegarse sobre sí misma en un gesto barroco de indagación microscópica sobre los elementos básicos que la soportan.