Deformaciones, tensiones, hundimientos

Desde sus inicios, la obra de Horacio Zabala reflexiona sobre el papel del artista en la sociedad. Las fuentes de su trabajo derivan del contexto social y político asociado a los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, explorando la información proveniente de ellos con las herramientas del arte conceptual. En 1973, Zabala entra a formar parte del grupo Trece, cuya propuesta (denominada «arte correo») cuestiona los formatos plásticos convencionales. Su producción integra objetos, textos, imágenes, instalaciones y obras interactivas concebidas para Internet, así como diversos ensayos. Uno de los temas reiterados por Zabala es el de la cartografía, abordada en su relación con el poder y la política, donde el territorio se marca como algo controlable, explotable y mercantilizado. A partir de sus intervenciones en los mapas –cortados, censurados, diluidos o estriados– Zabala denuncia el juego de poder que subyace tras el establecimiento de un determinado orden, cuestionando la imposición de un código compartido. En esta obra, el objeto intervenido es un mapa de Latinoamérica, cuya distorsión denuncia las dinámicas de poder que subyacen tras el establecimiento de un determinado orden territorial. La obra relaciona así dinámicas coloniales de control del territorio con el contexto de represión de los regímenes militares dictatoriales de distintos países latinoamericanos durante la década de los setenta.