Belomancie I (Belomancia I)

Yves Tanguy

París, Francia, 1900 - Woodbury, Connecticut, EE.UU., 1955

Sin haber tenido ningún tipo de relación previa, Yves Tanguy entra en contacto con el surrealismo en el año 1925, quedando fascinado por la teoría y la práctica del movimiento liderado por André Breton. Inmediatamente comienza a practicar los procedimientos automáticos y, tal como él mismo asegura en su escrito The Creative Process (El proceso creativo), se deja guiar siempre por las formas que van surgiendo de su pincel. Sin entrar en contradicción con ello, los «paisajes mentales» de Tanguy evocan a veces el pasado de su autor, inicialmente aprendiz de piloto en la marina mercante. Belomancie I (Belomancia I) es uno de esos paisajes imaginarios, nacidos del subconsciente, poblado de extrañas presencias a medio camino entre lo mineral y lo orgánico, y concebido con una técnica que plasma estas imágenes en espacios «lógicos» por medio de la perspectiva tradicional. El resultado, no obstante, recuerda misteriosas formaciones de las profundidades marinas.
El nombre de esta pintura, Belomancie, remite al arte adivinatorio basado en la utilización de las flechas, pero, al igual que ocurre con los títulos de otras composiciones de Tanguy, no tiene relación alguna con el contenido de la obra, tratándose de una argucia para desorientar al espectador y añadir así un mayor componente enigmático.

Paloma Esteban Leal

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