Amaia Urra

Arbusto Ardiente

Miércoles, 24 de octubre, 2018 – 18:00 h / Jueves, 25 de octubre, 2018 – 12:00 h
Entrada gratuita previa recogida de entradas en taquillas y online
Lugar
Edificio Sabatini, Jardín
Duración

60 minutos

Creación y ejecución:

Amaia Urra

Sonido:

Rafael Martínez del Pozo

Organiza
Museo Reina Sofía
En colaboración con:
Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid
Comisariado:
Isabel de Naverán
Arbusto ardiente, Foto: Esperanza Collado
Arbusto ardiente, Foto: Esperanza Collado

Como parte del ciclo de artes escénicas diseñado conjuntamente con Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, el Museo Reina Sofía presenta Arbusto Ardiente, el resultado de una residencia llevada a cabo en 2015 por Amaia Urra en el jardín paisajista del Parque Jean-Jacques-Rousseau de Ermenonville en Oise, París, donde el filósofo vivió sus últimas semanas. La pieza, uno de los últimos trabajos de esta artista, parte de la lectura y reescritura de distintos manuales de botánica para proponer una nueva catalogación de plantas que escapan a las categorías objetivables de la ciencia en favor de clasificaciones vinculadas con la cultura popular y otras lógicas semánticas, formales y afectivas. Como otras obras de Amaia Urra, esta pieza se centra en el lenguaje y la acción de nombrar las cosas, así como la dificultad que esto entraña.

Su primera performance, El Eclipse de A., realizada en 2002 en Arteleku en el marco del programa de creación artística Mugatxoan, reflexionaba sobre la espera como un estado mental y corporal inscrito en una temporalidad cotidiana a la vez que separado de ella, pues provoca una suspensión respecto al ritmo general favoreciendo la aparición de relaciones distintas. A este trabajo le siguen otros que exploran la capacidad del lenguaje para determinar la realidad y despiertan en la artista el interés por lo que sucede en los márgenes, ya sean temporalidades no productivas o palabras en desuso. La escritura, la repetición, la elaboración de listados o la búsqueda y comparación entre distintas definiciones oficiales y consensuadas por diccionarios o enciclopedias nutren un recorrido en el que la escritura, la lectura y la acción van unidas al canto, al paseo y a otras derivas, presentando situaciones que revelan, desde una actitud poética, lo que no se ve, no se oye o no se tiene en cuenta.

Todas sus acciones tienen en común una utilización sintética del lenguaje, sea hablado, cantado, leído o tarareado. En unas, como en Una vuelta-ta (2013-2016), Calles (2012-2014) o Ahora (2015-2016), se improvisa a partir de unas reglas de juego muy concretas, de variaciones mínimas que operan dentro de unos límites definidos con antelación. En otras, las llamadas por la artista “derivas de sinónimos”, el texto funciona como una partitura escrita de antemano, en las que listas de verbos como “desaparecer, aparecer, renunciar, inaugurar, caminar, pasear, tararear…” conducen a acciones literales marcadas por el significado de las palabras en el diccionario oficial del momento, pero a la vez desembocan en acciones inesperadas, improvisadas a la fuerza en el lugar.

En 2012 la acción Renuncio, realizada para el festival In-presentable en La Casa Encendida, comenzaba con la artista entonando la palabra “renuncio” en una de las  salas. A continuación salía de ella, del edificio y, como quien sigue el curso de una melodía, continuaba caminando y cantando por la calle hasta meterse dentro de un taxi bajo la atenta mirada del público, testigo de cómo su presencia y su voz se perdían en la distancia. Desde entonces desarrolla acciones para contextos específicos: instituciones como museos, galerías y teatros, o espacios abiertos en la ciudad o fuera de ella.

Más que una acción, Arbusto Ardiente se presenta como una situación o un paisaje. El sonido de la voz interviene y se camufla en la vegetación, evocando escenas propias de las novelas románticas, mientras la percepción de la voz se transforma gracias a la repetición, provocando desplazamientos del sentido. 

Amaia Urra (Donostia / San Sebastián, 1974) es artista. Licenciada por la Universidad del País Vasco en la especialidad de Escultura en 1998, en 2002 presenta su primera performance, El eclipse de A. producida por Arteleku en el marco del programa Mugatxoan.

Entre 1999 y 2009 vive entre París, Bruselas, Madrid y Berlín, donde trabaja con diferentes coreógrafos: Jérôme Bel, Cristina Blanco, Blanca Calvo, Juan Domínguez, María y Cuqui Jerez, Xavier le Roy y Ion Munduate.

Sus piezas se han representado en espacios, encuentros y festivales como Art nomade, encuentro internacional de performance de Saguenay (Quebec), Axeneo7 & SAW Gallery en Gatineau (Otawa), Líneas de acción en Casa Maauad (México DF), festival In-presentable de La Casa Encendida (Madrid), festival 2D2H (Fuenterrabía, Hendaya), espacio Bulegoa z/b (Bilbao), la serie Ecolalias de RSS Radio del Museo Reina Sofía (Madrid), Zarata Fest (Bilbao), el centro de cultura contemporánea Azkuna (Bilbao), la 15ª edición de las Picnic Sessions del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M, Móstoles) o la sala Héctor Escandón (México DF), entre otros. 

Actualmente vive y trabaja en Donostia / San Sebastián, donde entre marzo de 2017 y febrero de 2018 dirigió el espacio Alkolea Beach, junto con Sandra Cuesta y Larraitz Torres.

Con la colaboración de:

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