La expresión el roce de los cuerpos retoma una idea del historiador del arte argentino Roberto Amigo en torno a cómo se conformaron las nuevas formas del activismo artístico en los años 80 en distintos lugares de América Latina. Si en los años sesenta y setenta la conexión entre arte y política se daba dentro de los moldes tradicionales cercanos a la herencia del marxismo, en la década de los ochenta ese modo de operar es transformado radicalmente. Los encuentros, las fiestas, la carnavalización de la protesta y otras formas de contacto directo entre los cuerpos, ya sea desde el ámbito privado o clandestino, serán las maneras de constituir una contra-esfera pública enfrentada a los efectos arrasadores de la violencia.
Estas producciones de cine y vídeo, realizadas por documentalistas, artistas, investigadores, historiadores y diversos participantes de aquellos contextos, se desplazan entre una producción amateur surgida desde los propios espacios under, la sofisticación visual de un renovado experimentalismo cinematógrafo, películas de circulación comercial restringida que conectan épocas de crisis a través la violencia urbana, la música y las drogas, hasta nuevas producciones realizadas para esta exposición. A partir de la memoria, del relato, de la recuperación de documentos e imágenes y de la producción musical este archivo vivo de aquellos episodios intenta repensar las maneras en que el cine y el video han dado una visibilidad distinta a una multitud de cuerpos y comportamientos disidentes.