
El cristal es mi piel
Canción
Watch me Mírame
Transparencia
Check me out
Watch me
Verme
Con mis ojos
Transparency
My currency
Museo
Mi destino
See myself through the eyes of a stranger
Cristal es mi piel
Fog is my drug
Non-binary smoke
Glass is my skin
Fog is my drug
Check me out
Straight ghost?
Non-binary smoke
Pasando a mis espaldas
Mírame a través de los ojos de un extraño
See myself through the eyes of a stranger
Watch me
Verme
Con mis ojos
I was in control
And now I am falling
Check me out
Mírame a través de los ojos de un extraño
See myself through my eyes of a strange
El cristal es mi piel es una nueva instalación que Pauline Boudry / Renate Lorenz han concebido expresamente para el Palacio de Cristal del Parque del Retiro. El proyecto da voz al edificio, que habla de su historia y de su presencia colonial, a través de una canción de Aérea Negrot. Inspirándose en los clubes queer, el dúo artístico ha creado además una serie de plataformas o escenarios hechos con espejos. Reflejado en estas superficies, el Palacio se convierte en intérprete, y entra en escena de maneras diferentes, múltiples y dispersas. En determinados momentos, las plataformas exhalan humo y el edificio transparente se vuelve completamente opaco.
En la instalación, el humo se utiliza como una herramienta estética para cuestionar la transparencia del Palacio como régimen de visualidad. Se puede asociar además con la densidad del club queer, donde los cuerpos individuales se transforman en un único cuerpo mientras bailan.
Las plataformas o escenarios no están hechos para nosotros, no podemos acceder a ellos, sus escaleras están suspendidas en el aire. Es como si hubieran quedado atrapados en un momento de calma, antes de que el baile se reanude, o estuvieran despegando desde el suelo del Palacio. A punto de moverse, adquieren un papel protagonista en esta instalación. Este elemento, por tanto, permite relacionar esta pieza con otras obras previas de las artistas, como Loving, Repeating (2015), en la que las butacas se iluminaban súbitamente y se transformaban en escenario, de manera que los espectadores sentados se reconvertían en actores a punto de actuar. En El cristal es mi piel, los escenarios transforman al propio Palacio de Cristal en un intérprete. El edificio sale a escena, ligeramente distorsionado, reflejado en los espejos.
El proyecto de Boudry/Lorenz reimagina la belleza seductora del Palacio, su forma, su construcción y sus muros transparentes. La idea de la arquitectura transparente está relacionada con la historia de la Ilustración. Permite a la mirada apropiarse de todo, pasearse sin barreras desde dentro hacia afuera y desde fuera hacia dentro. La investigación del régimen de visualidad que se lleva a cabo es además un estudio de la continuidad de la violencia en el mundo contemporáneo.
El Palacio de Cristal, que se construyó en 1887 para la Exposición General de las Islas Filipinas, es un símbolo de la historia colonial española y europea y, por tanto, de la apropiación de las riquezas y del conocimiento mediante el sometimiento de los pueblos colonizados. El objetivo de la exposición de 1887 era dar a conocer la vida y la cultura de los habitantes de Filipinas, colonia española desde el siglo XVI, durante más de trescientos años. La transparencia del Palacio representa la encarnación visual de este interés unidireccional. Este es el motivo por el cual el filósofo y poeta franco-caribeño Édouard Glissant reivindicaba, como es sabido, el “derecho a la opacidad” como parte de la lucha contra el colonialismo. Aunque en el Palacio se expusieron principalmente obras de arte y artefactos, la muestra incluía además la humillante exhibición en el parque circundante de personas filipinas dentro de su presunto ecosistema natural. Como sucede con todas las colonias y asentamientos occidentales, la descolonización entendida como un proceso de devolución de las posesiones y las ideas robadas aún no ha tenido lugar.
Re-imaginar el Palacio reflejado en los escenarios y oculto detrás del humo no favorece una reconciliación sencilla. Más bien, relaciona el edificio con los vestigios queer de un posible pasado alternativo. ¿Qué sucedería si el Palacio hubiera sido construido con un propósito diferente, si se hubiera empleado para establecer relaciones diferentes? En la obra de Boudry/ Lorenz el escenario se convierte en un elemento que permite que las fantasías de las relaciones del pasado y del futuro se materialicen en público. Es el escenario de aquellos momentos revolucionarios que no prosperaron, el escenario del baile queer, del espectáculo drag. El escenario nos permite reivindicar lo que deseamos.
Al mismo tiempo, nos confronta con nuestra propia fragilidad, la de nuestro miedo escénico o las pesadillas que nos provoca aparecer en público. Según las propias artistas, en su obra “el escenario evoca ese momento en que uno 'entra en escena', en que aparece en público, en que empieza a actuar. Es un momento de transición, el frágil instante que separa el no actuar del actuar, el entrar del no entrar en escena, la invisibilidad de la visibilidad”. Conversación entre las artistas y Övul Ö. Durmuşoğlu recogida en el libro Stages, que se publicó con ocasión de la reciente exposición Retrato de un movimiento de las artistas en el Centro de Arte Dos de Mayo
Pauline Boudry / Renate Lorenz han invitado a la compositora e intérprete Aérea Negrot a participar en El cristal es mi piel. Una canción compuesta e interpretada por Negrot con letra escrita en colaboración con las artistas confiere voz al Palacio de Cristal como parte de la instalación. Aérea Negrot también se presentará envuelta en humo en una actuación en vivo que tendrá lugar durante los primeros días de la instalación. La voz de Negrot se desplaza por el Palacio a través de los altavoces repartidos por el espacio. En consecuencia, el público se ve obligado a moverse si quiere seguir la canción. Se genera de este modo una coreografía y se incita a la desobediencia del individuo a la vez que se le plantea la posibilidad de moverse en sintonía con los demás. Los movimientos del público hacen de ella una instalación activa en constante transformación que nos permite vislumbrar distintas posibilidades de interacción.