Magnum. 50 años de fotografía

El recorrido por las doscientas cincuenta fotografías, realizadas por más de medio centenar de fotógrafos, pone de relieve la seña de identidad de Magnum, que preserva la objetividad del documento al dificultar posibles manipulaciones de la imagen y su eventual utilización sesgada. Los fotógrafos de Magnum demuestran un importante compromiso en el ejercicio de su labor, lo que les convierte en testigos privilegiados de la historia recogiendo hechos tan decisivos como: la liberación de París en 1944, la Primavera de Praga de 1968, el domingo sangriento en Belfast en 1971, las revueltas en Egipto, en 1971 o las guerras entre Israel y Palestina a lo largo de los años ochenta. Además, todo ello se acompaña de los rostros de sus protagonistas, ya sean políticos, artistas, intelectuales o gente anónima.

Los principales ejes del trabajo de los profesionales de Magnum son la guerra y la violencia, a través de un dominio del blanco y negro en sus imágenes, de tal manera, que Magnum ha creado así el estilo con el que se identifica la fotografía documental de reportaje a lo largo de la historia. Esta opción no es incompatible con una intención artística en sus trabajos, como hiciera Cartier-Bresson sentando las bases de una mirada basada en la instantaneidad.

Por otro lado, y desde el punto de vista de la configuración y recepción de las imágenes, los fotógrafos de Magnum entienden que el empleo de la fotografía en color introduce otro lenguaje y otra categoría de orden estético que apelan a cuestiones formales y sensuales en detrimento, en algunos casos, de la inmediatez y referencias fácticas propias de la agencia. Aun así, la exposición muestra como la fotografía en color encuentra finalmente un desarrollo paralelo al de la televisión, coincidiendo su demanda y recepción con el inicio de la cultura del consumo masivo de imágenes y llevando al fotorreportaje a nuevos ámbitos de recepción y producción.