13 septiembre - 16 octubre, 2005 /

Edificio Sabatini, Espacio Uno

Vista de sala de la exposición. Jordi Colomer Arabian Stars, 2005 — Vista de sala de la exposición. *Jordi Colomer Arabian Stars*, 2005

Jordi Colomer (Barcelona, 1962) realiza estudios de diseño y de Historia del Arte para pasar a estudiar arquitectura hasta 1986, año que coincide con su primera exposición individual para la fundación Joan Miró de Barcelona. Sus primeras incursiones plásticas se mueven en el terreno de la abstracción pictórica, actividad que relega con el tiempo por la escultura, el dibujo y el collage. En toda su obra Colomer establece un vínculo entre los objetos en el espacio y el funcionamiento tridimensional de los materiales. Entre 1991 y 1995 reside en París, donde intensifica la resolución arquitectónica del espacio con referencias al entorno doméstico y a partir de 1996 trabaja con la fotografía y el vídeo.

El vídeo Arabian Stars que presenta en esta muestra es fruto de una larga estancia de Colomer en Yemen. La obra describe el país, pero lejos de la concepción de los documentales antropológicos, sin exaltación ni denuncia. Así, el tercer mundo se manifiesta sin tragedia. Las condiciones económicas y sociales son un hecho cotidiano para las personas que viven allí, no un espectáculo para información ni para conciencia de terceros. Paradójicamente Colomer impregna la obra de sentido del humor, ya que para el artista las situaciones más terribles provocan a menudo la risa, como en muchas de las obras de Samuel Beckett. Colomer presenta además el vídeo en un escenario con sillas, creado para que los visitantes lo compartan y participen como actores que habitan durante un tiempo un decorado.

Para el artista, el límite entre lo que ocurre en la pantalla, lo que sucedía mientras filmaba y lo que pasa en la sala de proyección es un fluido que se transforma. Todo debe funcionar como un juego de espejos. En Arabian Stars aparecen hombres que caminan y muestran pancartas con nombres de personajes de renombre universal como Pablo Picasso y también personajes de ficción, como Batman. Las pancartas incluyen los nombres de todos ellos escritos también en árabe.

Vistos desde Yemen, un país del que llegan pocas imágenes, si bien sucede lo mismo en sentido inverso, Picasso y Batman son "dos productos de la misma especie". Allí no existe música occidental de ningún tipo, ni siquiera los hits internacionales. En Yemen el artista se da cuenta de que la palabra Picasso no significa nada, lo que le permite reflexionar sobre la diferencia de significado tan notoria de la idea de fama.