Puerta de acceso al edificio Sabatini del Museo Reina Sofía, 2021. Fotografía: Belén Domínguez de Antonio
Es un martes cualquiera en Madrid. Bajas por la calle Santa Isabel y, al llegar a la plaza de Juan Goytisolo, observas una escena que te llama la atención: madres y padres despidiéndose de sus hij+s, en lo que parece la puerta de una escuela. Pero esto no es una escuela, es la puerta de acceso al edificio Sabatini del Museo Reina Sofía.
Una madre besa a su hija, se despide deseándole un buen día antes de que la pequeña atraviese el umbral con su grupo, revuelto por la emoción de descubrir algo desconocido en un viejo y enorme edificio lleno de extraños tesoros. Es una escena bonita, detona recuerdos sobre el descubrimiento, la imaginación, el juego y la experimentación. Recuerdas que cada lugar es una oportunidad para el aprendizaje y la emoción.
La propuesta de este año del Área de Educación —bajo el marco conceptual de El museo de los vínculos— busca dar continuidad al programa GIRA, que comenzó en 2019. Un proyecto —del latín proiectus, cuyo prefijo pro- significa “hacia delante”— es un conjunto de actividades interconectadas y planificadas, acotadas por un marco espaciotemporal y unos objetivos determinados. Un vínculo —del latín vinculum— es una unión, relación o atadura de una persona o cosa con otra. Por lo tanto, dos personas u objetos vinculados están unidos, encadenados, emparentados o atados, ya sea de forma física o simbólica. Como esa madre y esa hija que se besan, como deseamos que ocurra entre el Museo y sus habitantes.
ESCUELAS
Richard Serra, Equal-Parallel: Guernica-Bengasi [Igual-paralelo: Guernica-Bengasi], 1986. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. © Richard Serra, VEGAP, Madrid, 2021
Entras por la puerta principal del edificio Sabatini. Escuchas un murmullo al final del pasillo, unos pies ligeros que se desplazan. Por el ajetreo deduces que se trata de un grupo escolar. Están delante de una de las esculturas de Richard Serra junto a su maestra y Cristina Gutiérrez Andérez, responsable de la sección de Escuelas. Se sientan en el suelo y Cristina les dice: “Os doy la bienvenida a pAULA. Hoy vamos a tener clase aquí, en este museo. ¿Quiénes han estado aquí antes?” Sus pequeñas manos se alzan con entusiasmo. Han visitado el Museo —su centro escolar está muy cerca—, pero seguramente lo han hecho de una manera tradicional.
“Hasta ahora habéis venido como visitantes, pero esto será distinto. En lugar de estar aquí un rato y luego volver al cole, a partir de ahora, un día a la semana, el cole será el Museo. Aquí pasaremos toda la mañana y vamos a tener clases de Matemáticas, de Lengua, de Historia… incluso vacaciones de verano. Pero lo haremos con las obras de arte. Por ejemplo, ¿qué pensáis que podemos aprender de esta obra si os digo que su título es Igual-Paralelo: Guernica-Bengasi? ¿Qué puede tener que ver con Matemáticas, Lengua o Historia?” El grupo comienza a especular sobre lo que les sugiere el título, las formas en el espacio y esos nombres de ciudades que resultan familiares o distantes.
Sesión de Brillante en el Museo Reina Sofía, 2019. Fotografía: Daniel Jordán Pompa
Si continúas con tu trayecto por la Planta 1 te encuentras a un grupo de adolescentes mirando fijamente una puerta de metal. Están en silencio. Parece importante.
Los acompaña Laura Ramírez, quien realiza un gesto curioso al abrirse el ascensor: junta sus manos y las va separando en vertical, generando un espacio entre ellas que coincide con la apertura de la puerta. El grupo contempla durante varios segundos el espacio vacío que hay en el interior. Esto es Brillante, el programa diseñado por Nilo Gallego y Silvia Zayas que, con herramientas de las artes escénicas, propone un recorrido por la Colección. Esta metodología, Cine sin película, lleva a que cada visitante genere una película en su cabeza a partir de fragmentos de la realidad. La edición 2021, Brillante en la escuela se convierte en una pieza que nos propone trasladar la acción y la mirada del Museo a los propios centros educativos. Recuerdas la importancia de que las instituciones culturales salgan de sí mismas.
Decides no tomar el ascensor y caminas hasta el jardín. De camino te encuentras a Belén Domínguez de Antonio, coordinadora de Comunicación. Se dirige a hacer unas fotos de una actividad para redes sociales, te propone que te acerques cuando acabes de atravesar el jardín. Una vez allí, encuentras en uno de los bancos a Juana Campo, Aurora Castillo, Mayte Fernández y Guillermo Zapata, parte del equipo de voluntari+s culturales del Museo, en su mayoría personas jubiladas.
“Siete minutos son muchos”, dice Aurora. Están charlando sobre el tiempo que cada visitante debe emplear en contemplar y experimentar las piezas de la Colección, según lo recomendado por las teorías de atención sostenida del grupo británico la Orden del Tercer Pájaro. Es una de las iniciativas desarrolladas por los colaboradores Gabriel Pérez-Barreiro y Antonio Ballester Moreno desde ¡Atención, un minuto!, el programa que explora otras maneras de habitar y generar conocimiento en las instituciones culturales. Estas estrategias sirven para acompañar a grupos de visitantes en el Museo, guiarlos en su descubrimiento y experimentación.
Sesión de formación de ¡Atención, atención!, 2019. Fotografía: Daniel Jordán Pompa
Una grieta, desarrollado con diversos artistas y colectivos en centros educativos, es un programa que busca promover el arte en la escuela como detonante de nuevos procesos de aprendizaje relacionados con el momento presente. A través del lenguaje artístico se persigue abrir pequeñas grietas por las que entre la luz para descubrir y transitar otras formas de aproximarnos a la realidad, otros modos de investigar, incentivar la duda y activar el pensamiento. Una grieta se inauguró en el curso 2019-2020 con cinco actuaciones: Hilos maestros, MALeZAS, Historias de vida, Proyecto Pregunta y Este lugar.
Cuando llegas a la cafetería, te encuentras con Cristina de nuevo. Te cuenta que GIRA2021 tiene más actividades preparadas para escuelas durante esta temporada. Escuela de la escucha, un programa de formación para docentes que incluye actividades abiertas a toda la comunidad educativa como visitas para profesores, talleres, cursos, encuentros y conversaciones, entre otros y Triángulo Rosa, un proyecto específico sobre activismo LGTBIQ+ en centros educativos. Se quedaría charlando, pero tiene que volver a la sala donde están desarrollando pAULA.
Una grieta, 2021. Fotografía: Cristina Gutiérrez Andérez
Primer encuentro Triángulo Rosa, 2019
COMUNIDADES
Júlia Ayerbe y Carla Giachello, Sin título, 2021
Te adentras en las tripas del Museo y llegas a los talleres del edificio Sabatini, uno de los espacios no expositivos dedicado a actividades educativas que requieran silencio, ambientes, mobiliario o materiales especiales. Por la puerta entreabierta ves a Fran MM Cabeza de Vaca, responsable de la sección de Comunidades, y Javier Sanjurjo, coordinador de Accesibilidad. Están reunidos con Júlia Ayerbe, Costa Badía, Sara Martín, Laura Ramírez, Yuri Tuma y Fabiana Vinagre, preparando los programas que desarrollarán este año con los equipos, o colectivos de convivencia de larga duración, con los que se intenta habitar el Museo con otro ritmo, contraviniendo las lógicas de la inmediatez con reuniones periódicas.
Entras al taller, Costa y Julia se separan para contarte qué es equipoDIVERSO, el proyecto de investigación de larga duración, abierto a personas interesadas en la intersección entre arte y diversidad funcional
En esta nueva edición de GIRA, Accesibilidad pasa a ser una sección transversal con el deseo de que se entreteja con la totalidad de propuestas. El Área de Educación continua con el ciclo de conferencias La anatomía no es destino, para dialogar sobre mediación y diversidad funcional.
Equipo1517. Museo Reina Sofía, 2021
Por otro lado, Fabiana y Yuri te explican que el equipo1517 busca estimular la escucha y la comunicación no verbal con adolescentes de quince a diecisiete años. Durante sus paseos sonoros y la caza de sonidos recorren el adentro y el afuera del Museo, indagando en las individualidades del grupo y cómo se conectan entre sí. Por ejemplo, en su grupo de WhatsApp se comunican exclusivamente a través del sonido (sin palabras).
Primera sesión de la edición 2021 de equipo1821 en el Museo Reina Sofía
Laura, que es coreógrafa y bailarina, está probando los altavoces del taller. Va a montar una rave junto al equipo1821. Este grupo de jóvenes, de entre dieciocho y veintiún años, explora el Museo desde el cuerpo, el techno y la meditación profunda, encontrando una expresión propia a través de bailes desarticulados y cuestionando la idea de quietud en el espacio que nos rodea.
Primera sesión de la edición 2021 de equipoM en el Museo Reina Sofía
En la puerta del taller te encuentras con un grupo de mayores que se dirige al Jardín. Forman parte de equipoM, un grupo de convivencia, investigación y creación artística para personas mayores de sesenta años. Este curso es coordinado por la educadora Sara Martín Terceño, quien facilita una experiencia comunitaria a partir de obras, encuentros y talleres en Tener el tiempo y el deseo. Correspondencias en forma de… Antes de irse, la propia Sara te explica también sobre GAS (Grupo de aprendizaje sostenido), un equipo estable de mujeres mayores que aprenden en torno al arte contemporáneo. El grupo abrirá algunas de sus sesiones a otras personas interesadas.
Todos estos equipos forman una gran familia y, en algún momento, sus caminos se encuentran generando acciones cruzadas, como sucede en Taller Inverso, un formato experimental de mediación. En colaboración con el programa Artes en vivo del Museo, son los equipos los que imparten un taller a artistas que nos visitan, reforzando esa idea de que tod+s somos expert+s en algo, que el aprendizaje es siempre colectivo y que la educación puede ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier dirección. La intención es resignificar la idea convencional del taller unidireccional.
¡Antorcha! Museo Reina Sofía, 2021
Caminas con Sara hasta el Jardín y allí ves, junto a la gran escultura de Calder, a Jara Blanco, quien ideó el proyecto ¡Antorcha! junto a Gloria Fernández y Bea Martins. Jara te cuenta que, algunos sábados, las familias que visitan el Museo se ven sorprendidas por fueguitos o pequeñas antorchas que prenden la curiosidad, especialmente la de l+s visitantes más pequeñ+s. Se trata de activaciones esporádicas que suceden frente a algunas obras de la Colección sin una secuencia fija. Jara te adelanta que durante 2021 se publicarán unos materiales descargables de activación y juego libre en el Museo relacionados con SAVIA, ¿cómo jugar el Museo?, la experiencia dirigida a familias que tuvo lugar en 2020.
MEDIACIÓN
Ángeles Santos Torroella, Tertulia, 1929. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. © Ángeles Santos. VEGAP, 2021
Sales del Jardín por la puerta que está junto al punto de encuentro y ves a la responsable de la sección de Mediación, con un grupo de mediadores. Allí esperan a los visitantes para subir a las salas de la Colección e iniciar el itinerario Feminismo. Una mirada feminista sobre las vanguardias que, como los demás —Todo menos lo de siempre. Modernidad y vanguardia, Guernica. Historia de un icono y Hacer espacio o de cómo deambular desde la desorientación–, está siendo replanteado a fin de poder abrirse al público próximamente.
El Museo está formado por un montón de capas, algunas visibles y otras invisibles. Montse Ferreras Martínez pasa por tu lado con unos documentos en la mano. Se ocupa de la gestión cultural y todo el equipo sabe que, sin esta parte, lo demás no podría funcionar.
Subes a la Planta 3 y te acercas a una de las exposiciones temporales, donde otro grupo de mediadores planifica la visita Trilogía marroquí. Memorias de la otra orilla. Te comentan que próximamente se inicia una visita más, la que acompaña la muestra dedicada a Charlotte Johannesson, artista textil y pionera de la gráfica digital. Entiendes que la mediación atraviesa tanto la Colección como las exposiciones temporales.
A veces se oyen ruidos y nos preguntamos de qué se trata, qué está permitido en un espacio tradicionalmente asociado a la contemplación silenciosa. Pero entonces, ¿hay sitio para el movimiento o el sonido, las experiencias y aprendizajes encarnados? En esta misma planta tienen lugar piezas basadas en el programa de Mediación experimental, que busca expandir el concepto de mediación a través de cinco proyectos que se detallan a continuación.
Mohamed Chabaâ, Composición, 1967. Colección Société Générale de Maroc
Propuesta de Mediación performativa por la exposición David Wojnarowicz. La historia me quita el sueño, organizada por el artista Diego del Pozo, 2019
Desde Mediación performativa se invita a un agente cultural a incorporar formas de comunicación que van más allá de lo dialógico. Mediación situada conecta la institución con su entorno local y reflexiona acerca de cómo relacionarse con la proximidad; por ejemplo, a través de acciones en lenguas migrantes que se hablan en el vecindario: chino, marroquí o wólof (una iniciativa en colaboración con Museo Situado).
La actividad En detalle. Un mundo, realizada en colaboración con el departamento de Conservación-Restauración, consiste en una serie de visitas dirigidas a personas ciegas o con resto visual en torno a la icónica obra Un mundo, de Ángeles Santos, donde se abordan desde su contenido y composición hasta el contexto y los procesos de restauración. Los signos de las lenguas son visitas con intérpretes de lengua de signos que la entienden no solo como una forma de comunicación, sino como un proceso artístico y coreográfico. Y por último, Casi libros, primera colaboración del Área de Educación con la Biblioteca y Centro de Documentación, que plantea un acercamiento renovado a los fondos bibliográficos del Museo.
Visita En detalle. Un mundo en el Museo Reina Sofía, 2021. Fotografía: Javier Sanjurjo
Fotografía: Laagencia, 2019
La responsable de mediación te cuenta que está pensando en colaboradores para Otras formas de mediar, un programa de encuentros y conferencias que busca reflexionar sobre las prácticas de la mediación en el museo del siglo XXI y explorar la creación de redes de pensamiento común con otros agentes implicados en este ámbito. Tradicionalmente, las visitas comentadas y las conferencias han sido las formas en que los departamentos educativos de los museos se han acercado a sus públicos desde un lugar unidireccional. Se une a la conversación María Acaso, jefa del Área de Educación, que está precisamente pensando en cómo darle una vuelta al formato de la anterior edición.
PROYECTOS TRANSVERSALES
Fotografía: Remains (banco de imágenes)
Has oído hablar de que hay fantasmas que habitan este Museo, un antiguo hospital que, como no podía ser de otra manera, tiene su estela de leyendas y rumores. En el patio del edificio Nouvel, por un momento te parece que has visto un fantasma. Se ha debido escapar del proyecto Fantasmas que circulan, que aborda la salud mental de l+s trabajadores del Museo. Integrado en el programa NOEXPO, este proyecto está dirigido por el equipo de antropología institucional formado por Luis Colomo Fernández y Alba Colomo Gil.
Escultura en la Casa de Campo. Fotografía: Estudio Perplejo
El programa NOEXPO busca experimentar otras formas de producción de conocimiento en el interior de las instituciones culturales. Para ello invita a artistas, educador+s, comisari+s y otr+s trabajador+s culturales a desarrollar una investigación basada en preguntas que afectan al Museo en general y al Área de Educación en particular. Este año nuestro proyecto es Bosque Real 2021, centrado en los jardines de El Buen Retiro y en cómo la naturaleza afecta a los visitantes del Palacio de Cristal y del Palacio de Velázquez.
El año pasado, NOEXPO trabajó la artista Claudia Claremi en El Tiempo, donde se reflexiona sobre las expectativas de l+s voluntari+s culturales, y con Marco Godoy en Iris invertido, que aborda la representación de las estructuras de poder de las zonas no expositivas del Museo.
MAR
MAR es una plataforma impulsada por la Fundación Daniel y Nina Carasso, el Museo Reina Sofía y hablarenarte. Su principal objetivo es promover acciones de cambio relevantes en el terreno de las nuevas institucionalidades. Esto se manifiesta a través de un programa de apoyos a proyectos de investigación (Notar), una red de mediación cultural (Alzar) y un archivo digital (Caja) que, conjuntamente, contribuyen a desdibujar las fronteras tradicionales entre las instituciones culturales y la sociedad civil, entendiendo que la mediación cultural puede propiciar un cambio de paradigma que implique efectivamente a todas las personas en la vida cultural y en la esfera pública.
GIRA. Fotografía: Belén Domínguez de Antonio, 2021
Terminas tu paseo por el Museo encontrando el primer volumen de la colección Desaprender, que incluye textos en los que se fundamenta el concepto de El museo de los vínculos, inspirado por las ideas de la teórica argentina Rita Segato.
Como la palma de mi mano, Christian Fernández Mirón, 2020
Más allá del espacio físico del Museo, puedes abrir tu smartphone o tu ordenador para navegar por Como la palma de mi mano. Este programa transversal de mediación autónoma online, creado por Christian Fernández Mirón, incluye cuatro recorridos: Mapa de familias expandidas, una invitación a reflexionar sobre los vínculos que nos conectan; El museo invisible, que pone el foco en lo que sucede entre bambalinas en el Museo; Camino tullido, planteado desde la perspectiva de la diversidad funcional; y No evaluable, que está dirigido a docentes y enlaza con los ejes transversales del currículo educativo. Todos estos caminos pretenden acercar el Museo y su Colección (sobre todo aquello que no es visible o que permanece almacenado) a distintos públicos a través de Internet.
Festival Cápsula #2050, 2020. Fotografía: Álex Moltó
En la web del Área de Educación también descubres Cápsula #2050, archivo de un Museo adolescente, un microsite lleno de recursos desarrollado a partir de las experiencias vividas por el equipo1517 durante el curso 2019-2020. Exploras las secciones de su mosaico y descubres artistas y obras de la Colección, pero también a artistas adolescentes como Andrea, Helena, Miriam y Roberto .
Son las tres de la tarde cuando abandonas el Museo por la puerta de la calle Santa Isabel. Ves a los mismos grupos de niñ+s, felices de que sus madres y padres hayan regresado para recogerles. Toda esa gente, todas esas experiencias. Tienen una montaña de aventuras que compartir, tantas que no saben por dónde empezar. Se alejan hablando de lo visto y lo sentido, con más preguntas que respuestas. Mañana habrá más.
Puerta de acceso al edificio Sabatini del Museo Reina Sofía, 2021. Fotografía: Belén Domínguez de Antonio