Sala 103.11
Rosa Barba: Bending to Earth, 2015

El trabajo de Rosa Barba se sitúa entre la tradición del cine de ciencia ficción, el documental y, en su desbordamiento de la pantalla y su ocupación del espacio expositivo, el cine expandido, también llamado cine de exposición. La instalación fílmica Bending to Earth se inscribe en una de las principales líneas de investigación de la artista: el interés por los diferentes usos de las zonas desérticas y la huella que el progreso y la acción humana dejan inscrita en el territorio.

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Sala 103.11

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El trabajo de Rosa Barba se sitúa entre la tradición del cine de ciencia ficción, el documental y, en su desbordamiento de la pantalla y su ocupación del espacio expositivo, el cine expandido, también llamado cine de exposición. La instalación fílmica Bending to Earth se inscribe en una de las principales líneas de investigación de la artista: el interés por los diferentes usos de las zonas desérticas y la huella que el progreso y la acción humana dejan inscrita en el territorio.

La era geológica actual se caracteriza por el profundo impacto del hombre sobre la tierra, cuya actividad ha provocado cambios profundos en el paisaje derivados del consumo depredador de los recursos disponibles. En Bending to Earth (2015) Rosa Barba se centra en los lugares de almacenamiento de desechos radiactivos para reflexionar sobre la huella humana y sus ramificaciones prolongadas. Nos muestra las misteriosas estructuras construidas para almacenar a largo plazo residuos radioactivos en zonas desérticas de California, Utah y Colorado, ejemplos de esos paisajes radicalmente transformados por la civilización y la tecnología. La película, rodada cámara en mano desde un helicóptero, reúne una sucesión de secuencias filmadas en círculo alrededor de las pirámides negras que acumulan basura nuclear mientras una voz en off describe, a modo de archivo, los materiales de esas construcciones y qué tipo de mezclas tóxicas hay allí. El interés de la artista por las técnicas narrativas del cine es muy importante, recurso que explora mediante la combinación de imagen, texto y música con los equipos de proyección y la disolución de géneros en una combinación de documental y ficción.

Además de la exploración de la naturaleza, la tecnología es otro de los conceptos que recorren la obra fílmica de Barba. El carácter repetitivo de las secuencias, así como el ritmo circular de las imágenes encuentran su trasunto real en el dispositivo de proyección en la sala: un sistema de loop desarrollado para garantizar que la película se presente como un círculo perfecto, un bucle sin fin. Este equipo cinematográfico aporta el carácter presencial y escultórico a la obra y convierte en físico lo intangible de la imagen cinematográfica, compuesta de luz, sombra y tiempo. En la obra de Barba, el proyector genera información en tiempo real: es el mecanismo que de alguna manera nos ancla al tiempo presente, de acumulación, de crisis climáticas y finitud de los recursos, que desmiente la linealidad del tiempo del progreso. Los sitios de desechos radiactivos parecen cápsulas del tiempo que se proyectan hacia el futuro y que, durante cientos o miles de años, mantendrán el vestigio de nuestra civilización como un recordatorio de los intentos de la humanidad por domesticar la naturaleza. Nos sitúan en un tiempo en suspenso entre el desarme nuclear del fin de la Guerra Fría y los residuos radiactivos que genera la energía nuclear. Una contaminación que quizá tenga su fin en ese futuro ecológico que está por llegar y que tanto preocupa a la artista.

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