Sala 406
La política de Lázaro Cárdenas, con su abrazo al exilio español y a los intelectuales de izquierdas que huían del totalitarismo durante la Segunda Guerra Mundial, marcó un giro hacia una cultura política internacional y comprometida, convirtiendo a México en la imagen del antifascismo. Uno de los proyectos más representativos de esta época es el Taller de Gráfica Popular, un colectivo de grabadores mexicanos fundado en 1937 que, bajo la dirección del artista Leopoldo Méndez, tenía como objetivo fomentar las causas sociales revolucionarias, y que colaboró con el exilio en numerosos trabajos.
La imagen de México como punta de lanza de la izquierda internacional se sintetiza sobre todo en el Taller de Gráfica Popular, un colectivo de grabadores mexicanos que surge para apoyar y difundir las causas sociales revolucionarias. En concreto, el apoyo del TGP al exilio español fue fundamental y explícito, denunciando la situación en España durante y después de la Guerra Civil con obras colectivas como La España de Franco, o Lázaro Cárdenas y la guerra de España, de Alberto Beltrán.
El Taller de Gráfica Popular fue fundado por Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins (estadounidense afincado en México) y Luis Arenal Bastar, aglutinando a muchos de los antiguos participantes de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, la LEAR, disuelta en 1938. Al núcleo fundador se sumaron en un primer momento Ignacio Aguirre, Isidoro Ocampo, Jesús Escobedo y Everardo Ramírez, todos representados en esta sala. Al igual que en la LEAR, en el TGP los ideales eran manifiestamente zapatistas. Precisamente por esto, el Taller de Gráfica Popular estuvo muy vinculado al gobierno de Lázaro Cárdenas, aunque su trabajo continuó más allá de la administración de este, que finalizó en 1940.
El proyecto supuso una relectura crítica de la historia mexicana desde la óptica de una izquierda contemporánea, analizando episodios cruciales de la vida de Emiliano Zapata o articulando mordaces críticas al gobierno de Porfirio Díaz. Durante los años que nos ocupan, el Taller de Gráfica Popular colaboró con varios artistas y grabadores exiliados produciendo varias de sus más celebradas carpetas, alguna de las cuales forman parte de la Colección del museo. Estampas de la Revolución mexicana (1947) fue una reacción al auge del fascismo en Europa y estuvo motivada por el miedo a que este se extendiera por el país, por lo que el grupo decide narrar de manera didáctica el movimiento revolucionario de México, poniendo énfasis en sus logros políticos y sociales