Sala 405
DYN y la Exposición Internacional del Surrealismo en México

Desde sus inicios el surrealismo tiene importantes vínculos de ida y vuelta con América Latina. Por un lado, este movimiento proporciona herramientas para reivindicar la vigencia de lo mítico en América, mientras que, por otro, los artistas europeos se benefician del contacto con países como México para crear un universo mítico propio. Además, el exilio resulta fundamental para el movimiento surrealista porque pone en valor la desterritorialización y el extrañamiento que implica dicha experiencia, ofreciendo un enfoque productivo para pensar la diáspora y su cultura.

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Sala 405

Desde sus inicios el surrealismo tiene importantes vínculos de ida y vuelta con América Latina. Por un lado, este movimiento proporciona herramientas para reivindicar la vigencia de lo mítico en América, mientras que, por otro, los artistas europeos se benefician del contacto con países como México para crear un universo mítico propio. Además, el exilio resulta fundamental para el movimiento surrealista porque pone en valor la desterritorialización y el extrañamiento que implica dicha experiencia, ofreciendo un enfoque productivo para pensar la diáspora y su cultura.

El primer viaje de André Breton a México se produce en 1938, invitado por la Secretaría de Relaciones Exteriores. Su estancia culminó con la escritura del Manifiesto por un arte revolucionario independiente, en el que colaboraron Diego Rivera y Trotsky, y con una conferencia sobre su libro Los vasos comunicantes, para la cual Rivera realizó el cartel publicitario que representa las relaciones entre ambos continentes y preside esta sala. «Es en América donde el surrealismo ha extendido sus raíces y empieza a dar sus mejores frutos», proclamó Breton.

Por otra parte, la presencia en Europa de artistas como el cubano Wifredo Lam, que viene a España en 1936 para unirse como voluntario al Ejército Popular de la República y se acaba mudando a París en 1938, es determinante para el movimiento surrealista. De la misma manera, el peso de los artistas surrealistas exiliados en México dinamiza la escena cultural. Así, en la estela de un surrealismo exiliado, vitalista, antiautoritario e internacionalista, se entrelazan en esta sala dos hitos específicos del surrealismo en México, ambos con carácter internacionalista. Se trata de la Exposición Internacional del Surrealismo (1940) y de la revista DYN (1942-44), indicios de un nuevo imaginario surrealista que contribuye a la construcción de la colección desde «el otro lado», abriendo otros puntos de fuga e incluyendo otras historias del arte discriminadas por la historiografía oficial de occidente.

La Exposición Internacional del Surrealismo en Mexico fusionaba el arte de los pueblos originarios con el arte moderno, en una apuesta original que contravenía las corrientes del arte institucional de la época. La exposición incluyó a artistas como Frida Kahlo, Diego Rivera, Manuel Álvarez Bravo, Remedios Varo, Esteban Francés, Óscar Domínguez, Joan Miró o Salvador Dalí, todos representados en esta sala. Tras esta exposición, y como respuesta al surrealismo canónico y ortodoxo de André Breton, surge la revista DYN, dirigida por el artista austriaco Wolfgang Paalen, de quien se puede ver aquí uno de sus emblemáticos fumages o cuadros pintados con óleo y humo, Vous ici? (1954), depositada por la colección Fondation Gandur pour l’Art. Editada en México, la publicación, en lengua inglesa, reunía a diversos artistas (como Roberto Matta, André Masson, Alexander Calder, David Smith o Henry Moore entre otros), y se distribuía exclusivamente en Nueva York y Londres. En sus páginas, Paalen se alejaba de los dogmas «bretonianos» sobre lo maravilloso, proponiendo la reconciliación del arte moderno con la ciencia del momento y el arte originario de América, y articulando una crítica hacia el surrealismo eurocéntrico.

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