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Dierk Schmidt: Die Teilung der Erde – Tableaux zu rechtlichen Synopsen der Berliner Afrika Konferenz, 2004-2007

Die Teilung der Erde – Tableaux zu rechtlichen Synopsen der Berliner Afrika Konferenz (La división de la Tierra – Paneles sobre las conclusiones jurídicas de la Conferencia de Berlín sobre África, 2004-2007) revisa la historia y las repercusiones de la Conferencia de Berlín de 1884, en la que participaron las potencias coloniales de la época y que sirvió para amparar el saqueo del continente africano. Dierk Schmidt inicia su investigación a raíz de la reactivación en Alemania, en 2004, de las protestas para reclamar el reconocimiento de los excesos cometidos por el imperio alemán durante el período de conquista y ocupación de Namibia, atrocidades como la explotación de la tierra y de la población por parte de empresas comerciales germanas o el exterminio, a manos del ejército imperial, de los pueblos herero y namagua entre 1904 y 1907, durante la división de África.

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Die Teilung der Erde – Tableaux zu rechtlichen Synopsen der Berliner Afrika Konferenz (La división de la Tierra – Paneles sobre las conclusiones jurídicas de la Conferencia de Berlín sobre África, 2004-2007) revisa la historia y las repercusiones de la Conferencia de Berlín de 1884, en la que participaron las potencias coloniales de la época y que sirvió para amparar el saqueo del continente africano. Dierk Schmidt inicia su investigación a raíz de la reactivación en Alemania, en 2004, de las protestas para reclamar el reconocimiento de los excesos cometidos por el imperio alemán durante el período de conquista y ocupación de Namibia, atrocidades como la explotación de la tierra y de la población por parte de empresas comerciales germanas o el exterminio, a manos del ejército imperial, de los pueblos herero y namagua entre 1904 y 1907, durante la división de África.

Dierk Schmidt reexamina el pasado a través de la pintura de historia, un género artístico que adquirió relevancia en el arte del siglo XIX gracias a su carácter narrativo, que ayudaba a construir un pasado heroico y a reforzar la identidad nacional y los nuevos imaginarios sobre el recién creado modelo de Estado nación. Schmidt adapta la pintura historicista a los parámetros del siglo XXI y la utiliza como herramienta para desmontar las concepciones lineales de la historia y los relatos coloniales. El artista representa esa violencia estructural contra África mediante símbolos que intentan traducir las consecuencias reales, los efectos políticos y económicos, que esas abstracciones legales tienen sobre los territorios y la población.

Cada cuadro relata un episodio distinto de la larga crónica que se inicia con la conferencia de 1884 y continúa con el holocausto de los herero y los namaqua, capítulos centrales de la investigación. Todos poseen una superficie plana de color blanco, gris o naranja y una red de formas geométricas cargadas de significado: las triangulares representan cuestiones de importancia económica o política; las elípticas se refieren a lo que no tiene dueño. En la revisión que hace de la pintura histórica a través de estas piezas, Schmidt usa recursos, como estadísticas y mapas, símbolos de la anulación de los ciudadanos y de su sustitución por números o gráficos en los procesos burocráticos. En las telas, las huellas rellenas de silicona son el reconocimiento de la legalidad del sujeto, frente al limbo jurídico al que remiten las huellas vacías, imágenes que conectan con la expresión latina terra nullius, «tierra de nadie», empleada durante la colonización para reclamar los territorios anexionados como tierras sin dueño que los estados conquistadores podían ocupar legalmente.

Schmidt completa la instalación con un retrato pictórico de Heidemarie Wieczorek-Zeul, la exministra alemana de Cooperación Económica y Desarrollo que, en 2004, en un discurso pronunciando en Namibia durante los actos conmemorativos del centenario de la revuelta del pueblo herero, pidió perdón en nombre del gobierno y de los ciudadanos de Alemania. Wieczorek-Zeul no estaba autorizada a reconocer oficialmente el genocidio, por lo que las lágrimas en la representación que hace Schmidt de una imagen de prensa pueden entenderse como una expresión física de las restricciones legales con las que contaba como representante del Gobierno alemán.

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