Sala 002.06
En los años anteriores y posteriores a la celebración de la Expo de Sevilla, colectivos como la plataforma Desenmascaremos el 92 y otras asociaciones y movimientos sociales críticos con los fastos cuestionaron el entusiasta relato oficial español en torno a la efeméride. Agruparon de forma transversal a colectivos ecologistas, feministas y pacifistas, convocaron acciones y promovieron manifiestos en todo el país. Una de sus herramientas de acción fue una gráfica casera, intencionalmente pobre y basada en el «hazlo tú mismo», tendente a la reapropiación y resignificación de ciertos elementos culturales y de la simbología oficial.
Estas movilizaciones llamaban al boicot y trataban de visibilizar aspectos que la celebración velaba, tales como el genocidio, la especulación inmobiliaria o la represión de toda disidencia respecto al discurso institucional dominante. Estos actos de resistencia tuvieron su punto central en la manifestación contra la conmemoración del Quinto Centenario convocada el 19 de abril de 1992 (víspera de la inauguración de la Expo), que se saldó con tres heridos de bala, numerosos detenidos y otras tantas denuncias contra la brutalidad policial ejercida en comisaría. Pocos meses antes se había aprobado la polémica Ley sobre Protección de la Seguridad Ciudadana (conocida como Ley Corcuera), que ofrecía un marco legal de impunidad a ciertas actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
En 2017, en respuesta a los actos oficiales del 25 aniversario de la Expo y en recuerdo de aquella manifestación y de las víctimas de la represión, tuvo lugar en Sevilla un acto de tres días bajo el lema «Nada que celebrar».
La selección en la que se basa esta sala es un trabajo de Marcos Crespo Arnold.