En 2008, la escultura móvil Carmen de Alexander Calder, llevaba veinte años en el centro del jardín del edificio Sabatini. La exposición continuada al aire libre durante todo este tiempo había alterado el color de sus piezas y era preciso realizar una intervención para devolver la policromía original a la obra. Debido a la acción del tiempo y a las condiciones climáticas, el color de las placas se había deteriorado considerablemente. Por otro lado, la plataforma de hormigón donde la escultura se había instalado para evitar su hundimiento en el terreno, impedía un correcto drenaje del agua de lluvia formando charcos junto a la base que habían provocado la oxidación de la misma.
Desmontaje del móvil
El martes 23 de septiembre de 2008 una docena de operarios y dos grúas trabajaron durante toda la jornada para desmontar el móvil y trasladar sus componentes a una carpa instalada previamente en el muelle de carga del Museo habilitada como espacio de trabajo. Se numeraron todas las piezas y se guardaron todos los tornillos siguiendo el orden en el que se retiraron. Las palas del móvil se colgaron de soportes verticales metálicos construidos ex proceso y situados sobre palés para poder moverlas fácilmente.
La pieza con forma de cono que remata la estructura se colocó sobre otro palé y las cuatro grandes planchas se instalaron verticales sujetas por un taladro que tienen en su extremo, y se apoyaron en piezas de metal para separarlas del suelo. El personal del Departamento de Conservación-Restauración del Museo supervisó, fotografió y grabó en video todo el proceso.
Proceso de decapado
Para conocer la policromía original de la obra se contactó con la Fundación Calder de Nueva York, encargada de preservar y difundir el legado del artista. Mediante esta colaboración, se determinaron las técnicas y los colores exactos para devolver la escultura a su estado original.
Siguiendo las normas de la Fundación Calder se retiraron las capas de pintura y de preparación mediante decapado químico. Se emplea el decapante Nitro de Hors/Henkel con disolvente universal y acetona. Se necesitaron algunas herramientas como espátulas de acero, cepillos cedars y estropajos de acero inoxidable.
Gracias a este proceso se comprobó que el anterior repintado, realizado en el año 1988, se había aplicado sobre la primera capa de pintura. Además se constató que algunas piezas tenían hasta seis capas sucesivas entre imprimaciones y color. También se encontraron restos de masilla de poliéster o de “carrocero” utilizada para allanar incisiones en el metal. Asimismo, aparecieron pruebas con capas de color - negro, rojo y amarillo– en superficies distintas donde, finalmente, el artista decidió aplicarlas. Esto significa que Calder realizó ensayos con el color negro en varias palas diferentes. Estas capas en algunos casos no son completamente regulares, ni aparecen en toda la superficie de la pala y en algunos casos se encuentran debajo de la imprimación.
Proceso de aplicación de la imprimación y el color
Se realizaron varias pruebas con diferentes tipos de imprimaciones para elegir la más adecuada. Finalmente, se decidió utilizar en las palas de aluminio una imprimación Epoxi, mientras que sobre el hierro y el acero se utilizó una imprimación de Minio electrolítico. En todos los casos se aplicaron dos capas con pistola de pintor y compresor.
Desde la Fundación Calder enviaron el pantone de los colores originales para que se utilizara de referencia, lo que permitió repintar adecuadamente la escultura. Los colores empleados fueron esmaltes de silicona importados desde EEUU, fabricados por la empresa americana Keeler & Long/PPG, exactamente los mismos colores que Calder utilizaba y que, en la actualidad, figuran en el catálogo con la denominación comercial de negro Calder, rojo Calder, amarillo Calder y blanco Calder. Todo el proceso de pintado se ejecuta en dos capas con pistola de aire comprimido.
Modificación del suelo del jardín y montaje de la obra
Paralelamente al proceso de aplicación de la pintura, se modificó la plataforma de cemento sobre la que descansaba el móvil y se mejoró el sistema de drenaje del suelo para evitar que la acumulación de agua en la base dañara la escultura. Finalmente, el 16 de diciembre de 2008 se procedió a la reinstalación del móvil proceso que se desarrolló durante todo el día y parte de la noche. Gracias a la numeración previa de todas las piezas, se repitió el mismo procedimiento del desmontaje esta vez de manera inversa y siguiendo un orden preciso.