Mujeres Libres
Mujeres Libres fue una organización fundada en 1936, en su mayoría por mujeres trabajadoras anarquistas, que defendía el antifascismo y la revolución social, sin perder de vista las reivindicaciones específicamente femeninas. Heredera de las ideas de Teresa Claramunt, la federación llegó a tener en los años de la Guerra Civil más de 25 000 afiliadas en un total de 147 agrupaciones en todo el Estado. La primera finalidad que manifestaron fue la de “emancipar a la mujer de la triple esclavitud a la que ha estado sometida: de ignorancia, de mujer y de productora”[1]. Nunca perdieron su perspectiva de género. Por el empeño en posicionarse como organización femenina independiente de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) no contó con el apoyo de personalidades anarquistas como Federica Montseny, quien no era partidaria de establecer la lucha femenina desde un frente diferenciado.
Gracias a la iniciativa de Mercedes Comaposada, Amparo Poch y Gascón y Lucía Sánchez Saornil, desde mayo de 1936 hasta otoño de 1938 se publicaron 13 números de la revista Mujeres Libres. La cabecera comenzó con un enfoque predominantemente cultural y formativo, y evolucionó a lo combativo, dando más peso a la guerra y la revolución a partir del cuarto número. Las distintas secciones de la publicación se organizaron desde el comité de redacción: trabajo y sindicalismo, por Lucía Sánchez Saornil; cultura, por Mercedes Comaposada; salud y sexualidad, por Amparo Poch y Gascón; e infancia, por Carmen Conde. Los textos que se publicaron en la revista fueron redactados únicamente por mujeres, aunque en su contenido visual contaron con los trabajos de artistas como Cándido Méndez Mazas, Máximo Viejo y, especialmente, Baltasar Lobo. Al igual que sucedió en muchas otras publicaciones de la época, la presencia de la fotografía tuvo una gran importancia y contó con fotógrafos como Kati Horna, Margaret Michaelis y Carlos Pérez de Rozas, entre otros.
[1] Mary Nash (ed.), Mujeres Libres: España 1936.1939, Barcelona, Tusquets, 1975, p. 67
AMA
La Asociación de Mujeres Antifascistas (AMA) fue la organización femenina más numerosa durante los años de la guerra civil española, con un número aproximado de afiliadas cercano a 65 000. Aunque su origen y su tendencia fueron comunistas, su objetivo fue el de agrupar al mayor número posible de mujeres, sin distinción de ideologías, para sumar fuerzas en la lucha contra el fascismo. Por ello, la AMA se definió como transpolítica o multipartidista y en ella se integraron otras organizaciones como la Unión de Muchachas, la Unió de Dones de Catalunya y la Aliança Nacional de la Dona Jove.
Con una estructura centralizada —en un comité nacional presidido por Dolores Ibárruri, con tres secretarias generales sucesivas: Lina Odena, Encarnación Fuyola, Emilia Elías— y vertebrada en comités provinciales, el principal medio de difusión y propaganda de la AMA fue la revista Mujeres. La publicación se editó desde las ciudades de Madrid (1936), Bilbao (1937) y Valencia (1937). En esta última delegación se editó también Pasionaria: revista de Mujeres Antifascistas de Valencia (1937), dirigida por la artista Manuela Ballester e ilustrada con la colaboración de Elisa Piqueras y José Bardasano.
La revista Mujeres, con el subtítulo en un primer momento de "Periódico de las mujeres que luchan por la Paz, la Libertad y el Progreso", se caracterizó por un contenido visual basado en el lenguaje fotográfico, con imágenes de mujeres fuertes y trabajadoras. Aunque en el programa de la AMA se recogían muchos puntos en favor de la igualdad de las mujeres, el objetivo prioritario fue el de aunar esfuerzos para ganar la guerra, mostrando al fascismo como un peligro para el hogar y la familia. A menudo se presentaba el caso soviético como ejemplo de inspiración, y también se imitaba el lenguaje visual de las revistas y carteles rusos. Cabe preguntarse en qué medida se potenció la imagen de una nueva mujer moderna y, contrariamente, hasta qué punto se reforzó la perpetuación de unos estereotipos tradicionales.