Uno nove sette nove (Uno nueve siete nueve)

Desde su abandono de las filas del arte povera, Alighiero Boetti se mostró más interesado por el contenido y el significado de sus obras que por los materiales. Uno nove sette nove (Uno nueve siete nueve) pertenece a una serie de obras en la que Boetti exploró conceptos filosóficos como el tiempo y el orden alejándose de interpretaciones convencionales. Para estas obras, Boetti utilizó el más común de los instrumentos de escritura: el bolígrafo. Interesado por la intervención del azar, lo impredecible y el trabajo en colaboración, el autor dejaba en manos de otras personas la tarea de cubrir completamente la superficie de la obra con líneas de tinta.
A través de signos alfabéticos y gramaticales, Boetti convierte la obra en una indagación sobre el lenguaje, apelando a cuestiones relativas a la percepción y la cognición humana. Las comas, que parecen tener una disposición aleatoria, están asignadas a las letras del alfabeto en líneas horizontales y a diferentes distancias de sus respectivas letras, lo que sugiere la existencia de un texto solo parcialmente descodificado. El cuestionamiento de los convencionalismos de los sistemas de comunicación a través de este juego lingüístico, involucra al espectador en la construcción del lenguaje. Así, el artista intenta satisfacer simultáneamente el deseo de comunicación a través de la creación de un método basado en signos, códigos alfabéticos y ortográficos, al tiempo que formula nuevas formas de expresión visual, espacial y semántica.

Ruth Gallego Fernández