Portrait de Madame Josette Gris (Retrato de Madame Josette Gris)

Juan Gris (José Victoriano González Pérez)

Madrid, España, 1887 - Boulogne-sur-Seine, Francia, 1927

A la vez que el punto de partida de su cubismo sintético, el año 1916 es también el del inicio por parte de Juan Gris, como más tarde lo sería para Picasso, de una concienzuda revisión de la obra de algunos maestros del pasado, fundamentalmente Paul Cézanne, Corot o Velázquez.
Las tres representaciones más importantes que Juan Gris lleva a cabo en este momento inspiradas en Corot, son otros tantos retratos femeninos: Femme à la mandoline, d'après Corot (Mujer con mandolina, según Corot, 1916; Kunstmuseum Basel), Femme assise (Mujer sentada, 1917; Colección Carmen Thyssen-Bornemisza) y el Portrait de Madame Josette Gris (Retrato de Madame Josette Gris) perteneciente al Museo Reina Sofía. Al parecer, las tres mujeres están basadas en la fisonomía de Josette, la compañera de Juan Gris, que posó en mayor o menor medida, dependiendo de cada obra. En Portrait de Madame Josette Gris, esta, sentada en una silla, se recorta ante un fragmento de muro cuya parte inferior está cubierta por paneles de madera. La sombra que proyecta aquí Josette se aprovecha para evocar la sensación de volumen, mientras sus manos aparecen plácidamente abandonadas sobre sus rodillas. Tanto conceptual como formalmente este retrato podría ser el fruto del cruce de las influencias combinadas de Corot y Cézanne. Del primero de ellos, Juan Gris habría tomado una vez más la estructura piramidal de la composición, para inspirarse, en cuanto a la disposición y la postura de la figura femenina, en algunas de las pinturas en que Cézanne retrata a su mujer, y en especial en Madame Cézanne au fauteuil jaune (Madame Cézanne en el sillón amarillo, 1888-1890; The Art Institute of Chicago). De ello da testimonio, sobre todo, la manera especial en que la modelo, en ambos casos, mantiene las manos cruzadas sobre su regazo.

Paloma Esteban Leal

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