Pinturas de castas. Izquierda blanca

Daniela Ortiz es una artista y activista cuyo trabajo pone en discusión conceptos como nacionalidad, racialización, clase social y género para analizar el poder colonial, capitalista y patriarcal, luchar contra el racismo institucional y el sistema de control migratorio europeo y subrayar su postura crítica respecto a los feminismos blancos.
En este proyecto, Ortiz recupera el género pictórico colonial de la «pintura de castas», ampliamente cultivado durante el siglo XVIII en los virreinatos impuestos en Perú y México. El objetivo de estas pinturas consistía en ilustrar, en series de hasta 16 cuadros, la pirámide social y etno-racial diseñada en esos territorios coloniales, resultante de procesos de mestizaje y proyectos políticos de racismo estructural y blanqueamiento. De acuerdo con el origen étnico y la mezcla a través de relaciones de consanguineidad interraciales se edificó una tabla jerárquica de estratos sociales y oficios definidos por criterios racistas. En el peldaño más bajo estarían las personas racializadas, ascendiendo gradualmente en prestigio social hasta la posición del blanco. Entremedias el lenguaje racista para definir dichas mezclas étnicas acuñaría términos despectivos en su clasificación: mestizo, mulato, morisco, saltatrás, etc.
En su retorno crítico al género con una serie de «castas blancas», Ortiz utiliza elementos iconográficos de las pinturas de castas para crear una clasificación de diversos tipos de blanquitud política (militares y policías blancos; empresarios burgueses blancos; izquierda blanca; fascistas blancos…) y las prácticas neocoloniales en el presente que atraviesan las vidas de las personas migrantes racializadas y las sociedades postcoloniales.

Suset Sánchez Sánchez