Composición

Benjamín Palencia concede a sus realizaciones sobre soporte de papel un carácter de independencia casi total con respecto a sus cuadros, hasta tal punto que a veces entran incluso en confrontación con estos. No obstante, esos dibujos constituyen al mismo tiempo, y aunque pueda parecer paradójico, el adecuado complemento de las pinturas, anticipándose a ellas en algunas ocasiones y explicando a posteriori su significado en otras. Durante el bienio 1933-1934 tiene lugar la etapa más rotundamente surrealista de Palencia, en la que lleva a cabo una extensa e interesante serie de dibujos, en su mayoría de gran formato y realizados a tinta negra y pluma, serie en la que se encuadra Composición. En estos dibujos el autor toma como punto de partida el mundo agrario o los temas cercanos a la tauromaquia, motivos que transmuta después en un universo onírico y misterioso de seres metamorfoseados, de acuerdo con las más genuinas visiones surrealistas.

Paloma Esteban Leal