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Con motivo de la exposición David Wojnarowicz. La historia me quita el sueño (Museo Reina Sofía, 29 mayo – 30 septiembre, 2020), el artista Diego del Pozo Barriuso realizó una performance —Sin título (el erotismo lo funde todo)— a modo de paseo por la muestra. En el recorrido, que se llevó a cabo en varias jornadas, l+s participantes realizan lecturas de textos y declaraciones de Wojnarowicz, encarnando su voz a través de muchas otras voces. La propuesta se pregunta cómo vivir colectivamente ahora con el miedo al contacto después de la crisis del sida, pero también cómo celebrar el amor, la amistad y el erotismo.

Diego del Pozo Barriuso (Valladolid, 1974) es artista y profesor en la Facultad de Bellas Artes de la USAL. Su trabajo está motivado por cómo se producen las emociones con las economías y políticas afectivas que les dan forma. También es miembro de los colectivos artísticos C.A.S.I.T.A., Subtramas, y Declinación Magnética.

El martes 21 de abril, 2020 tuvo lugar una conversación pública virtual entre el fotógrafo Clemente Bernad y el comisario Jorge Moreno Andrés en torno al proyecto Ante el umbral. Fue un encuentro cálido y a la vez reflexivo que partió de homenajear a las miles de víctimas del COVID 19. Las condiciones de producción de esta serie de fotografías, apenas una pequeña muestra de un vasto conjunto que no ha dejado de crecer día a día desde que comenzó el confinamiento en Madrid, parten del acto de trasponer una frontera, salir a deambular por el espacio público vedado a la mayoría pero todavía habitado y transitado. Recorrer las calles y los lugares conocidos que se han vuelto anómalos, inciertos y fantasmagóricos, para capturar fragmentos marcados por la extrañeza. Entre l+s participantes, desde distintas partes del mundo, se compartieron percepciones y experiencias de la pandemia y sus efectos de miedo, encierro y fragilidad.

Esta exposición retrospectiva dedicada a la obra de Jörg Immendorff (Bleckede, Alemania, 1945-Düsseldorf, Alemania, 2007) abarca las más de cuatro décadas de trayectoria del artista, presentando sus etapas y transformaciones esenciales: desde sus primeros cuadros, en los que deja claro que le interesaban tanto el aspecto corriente de los objetos cotidianos como el cariz artesanal de la práctica pictórica, hasta las pinturas codificadas de su último periodo creativo basado en la "depuración" del lenguaje visual con las que adquiere una renovada energía pictórica y una mayor luminosidad.

Esta exposición retrospectiva que el Museo Reina Sofía dedica al artista Mario Merz (Milán, Italia, 1925-2003) recorre las derivas de una obra suspendida en una suerte de tiempo prehistórico, ajeno al discurso de la historia en la era moderna. Dicha perspectiva anacrónica, evidente en la elección de los materiales y la iconografía, es resultado de la posición ideológica y comprometida del artista en relación con el contexto político e intelectual italiano de los años sesenta y setenta del siglo XX, así como de su rechazo a la penetración del capitalismo y el modo de vida estadounidense en el mundo de la posguerra.