Tropicália, penetráveis PN2 «Pureza é um mito», PN3 «Imagético» (Tropicalia, penetrables PN2 «La pureza es un mito», PN3 «Imagenético»)

Hélio Oiticica

Río de Janeiro, Brasil, 1937 - 1980
  • Fecha: 
    1967
  • Materia: 
    Madera, tela, plástico, arena, grava, cotorras de Kramer, televisor en blanco y negro y plantas tropicales
  • Técnica: 
    Instalación
  • Técnica descriptiva: 
    Instalación de dos penetrables (PN2 «Pureza é um mito», 1966 y PN3 «Imagético», 1966-1967), en ambiente tropical con plantas, aves en jaula de madera y metal y diez poemas
  • Dimensiones: 
    Dimensiones variables
  • Edición/Nº de ejemplar: 
    3/3
  • Categoría: 
    Instalación
  • Año de ingreso: 
    2011
  • Nº de registro: 
    AD06374

En 1967, Hélio Oiticica impulsó el concepto de Nova Objetividade Brasileira en contraposición a la hegemonía internacional del arte óptico y el pop. En ese mismo año, dentro de la exposición de igual título del Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro (MAM/RJ), presentaba la instalación ambiental denominada Tropicália, una obra que concentra las ideas fundamentales de una propuesta vitalista y sensorial desde el sur, centrada en la figura del espectador. Tropicália, penetráveis PN2 «Pureza é um mito», PN3 «Imagético» (Tropicalia, penetrables PN2 «La pureza es un mito», PN3 «Imagenético») es un campo de experimentación que busca el acercamiento físico y sensual, antes que visual, a la obra artística. Hace referencia al modo de vida brasileño, a la arquitectura de las favelas y a la percepción del cuerpo en las comunidades de samba con las que el artista convivió. Tropicália también debe ser entendida como una compleja, profunda y poética expresión de la disfunción orgánica de Brasil, realizada en un momento álgido de represión de la dictadura militar. La obra conecta lo individual y lo colectivo, articulando un espacio multisensorial construido sobre el concepto de apropiación que el artista quiso extender a, según sus propias palabras, «las cosas del mundo con las que me encuentro en las calles», pero también a la crítica al museo, a la institución arte y a la neutralidad del espectador. De nuevo en palabras de Oiticica: «Museo es el mundo, es la experiencia cotidiana».

Carmen Fernández Aparicio

Cargando...