Movimiento continuo. Vídeo y cine experimental alemán (1994-2004)

19 enero, 2007 - 4 febrero, 2007
Lugar
Edificio Sabatini, Auditorio
Comisariado
Siegfried Zielinski y Jochen Coldewey
Christoph Giradet y Matthias Müller. Beacon, 2002
Christoph Giradet y Matthias Müller. Beacon, 2002

En contraposición, el cine experimental y, posteriormente, el vídeo, se ha insertado en el campo de las artes plásticas, mostrando numerosas conexiones con los usos artísticos del audiovisual, notorias en la videoinstalación y la performance.

La marginalidad del cine y el vídeo experimental en el ámbito de la producción y la realización también afecta a los circuitos de distribución y exhibición. Este tipo de trabajos encuentran los espacios de proyección más afines en las pantallas de cines no comerciales, festivales especializados, galerías, museos y salas de exposiciones de arte contemporáneo. También, ahora, cada vez más, en Internet. Algo que, sin duda, ha dotado a este tipo de cine de una mayor visibilidad y ha engrosado las filas de un público cada vez más devoto de lo que los primeros vanguardistas denominaron “cine puro”.

Alemania goza de una larga tradición de cine experimental y videoarte en lo que respecta a la producción y difusión de piezas. Así lo demuestran festivales como el de Oberhausen, con más de cincuenta ediciones, o la documenta de Kassel, muestra que defiende, desde hace más de medio siglo, las innumerables y sugestivas relaciones entre el arte y la tecnología. El cine y vídeo experimental alemán realizado entre 1994 y 2004 da buena cuenta de ello. Este ciclo ofrece una perspectiva de la mutación continua del audiovisual alemán en virtud del continuo desarrollo de la tecnología y la existencia de múltiples perspectivas artísticas del medio.

La programación se completa con el concierto Xerrox (que toma su nombre de la fotocopiadora Xerox original) de Alva Noto, seudónimo del artista audiovisual alemán Carsten Nicolai (Karl-Marx-Stadt, 1965), figura imprescindible para entender el desarrollo de lo que se ha denominado “electrónica microscópica”, cuya filosofía y estética obedecen a la idea de que “menos es más”. Alva Noto pone en juego procesos que desvelan un discurso musical allí donde sólo parecen existir accidentes y errores, explorando texturas y formas sonoras inesperadas.